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" La educación debe ser impartida, desde la cuna hasta la tumba....MARX.            "La verdad es siempre revolucionaria."LENIN              "Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía". Mariano Moreno.            s  "La democracia es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano" LENIN              Las personas   han sido y serán siempre,     atontadas víctimas del engaño      y del autoengaño en política,     mientras no aprendan a distinguir      detrás de las frases,     detrás de las promesas y de las declaraciones sociales,     religiosas o políticas, los intereses de clase de los que las divulgan”.   Lenín              "La educación popular, no es un concepto, ella nos abre la posibilidad de realizar una lectura crítica de la realidad para construir sujetos protagonistas con una opción ética y política"      "Esta clase de educación busca romper con los esquemas tradicionales que cohíben a las personas de la facultad de construir el pensamiento crítico, con el propósito de incidir en los cambios socio-políticos de su Estado"      

domingo, 17 de febrero de 2013

GUÍA Nro. 1. GRADO 11. EPISTEMOLOGÍA DE LA MODERNIDAD


ÁREA DE FILOSOFIA. GRADO ONCE
GUÍA Nro. 1. EPISTEMOLOGÍA DE LA MODERNIDAD 

EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO
LA EPISTEMOLOGÍA



Problemas sobre el concepto de verdad, la relación con la realidad, etc. La Epistemología es la rama de la filosofía que estudia el conocimiento, porque de hecho la palabra episteme significa, en griego, conocimiento. De la misma manera, por ejemplo, la rama de la filosofía que estudia la conducta moral de las personas, y las nociones acerca del bien y del mal, se le llama Ética.

Al hilo de la explicación psicológica de la conducta humana realizada en el apartado anterior, nosotros ya podemos plantearnos algunos problemas epistemológicos. Por ejemplo:

(1) El primero de los problemas que vamos a tratar será el de la relación entre el conocimiento y la realidad. ¿Qué relación existe, por lo tanto entre el mundo tal y como se me aparece, tal y como lo percibo yo, y el mundo tal y como es en realidad? ¿Tiene sentido hablar del mundo tal y como es en realidad? ¿No será el mundo exactamente tal y como yo lo percibo? (2) Otro problema epistemológico que se nos planteó fue el de la verdad: ¿tiene sentido hablar del concepto de verdad? Si para cada animal la percepción verdadera es la suya, ¿puede haber varias verdades diferentes y opuestas (por ejemplo: para un perro la realidad es “en blanco y negro” y para un ser humano “en color”)?

(3) Por lo que aprendimos, ya vemos que la actividad psicológica humana no es meramente pasiva frente a la realidad que la está estimulando. Hay una compleja relación entre un sujeto que conocer y un objeto a conocer, entre la razón humana y la experiencia recibida del mundo exterior. ¿En cuál de estos dos polos está el origen del conocimiento? ¿Cuál es el fundamento del conocimiento humano: la experiencia externa al sujeto, o la mente racional del sujeto? (Dicho sea de paso volverá a aparecer el problema de la verdad, al hablar del racionalismo y el empirismo y asociado directamente a un famoso problema epistemológico, el llamado problema de la inducción: ¿será posible que no podamos estar seguros de nada de lo que aprendemos de la experiencia? ¿Será posible que el ser humano no pueda nunca obtener conocimiento verdadero, o estar verdaderamente convencido de la seguridad de su conocimiento? También sobre estas cuestiones hay muchas cosas que comentar, aunque de momento nos estamos adelantando.)

(4) ¿Cómo se las arregla el cerebro humano, que en principio sólo está compuesto de una enorme cantidad de neuronas interconectadas con la capacidad de transmitir corrientes eléctricas, para hacer representar en nuestra cabeza percepciones con sentido, conceptos e imágenes mentales y, en última instancia, construir una mente autoconsciente? ¿Qué hay en él de especial? ¿Qué es la mente humana? ¿En qué consiste la auto identidad del ser humano como ser pensante? ¿Y cómo esta mente nuestra se puede enfrentar a la realidad? Todas estas cuestiones son claramente filosóficas y epistemológicas, aunque hoy en día, desde el campo de la psicología de la mente y de la neurofisiología, la perspectiva filosófica está comenzando a ser superada. En cualquier caso, serán materias que no trataremos aquí.

REALISMO, DOGMATISMO, ESCEPTICISMO Y RELATIVISMO.
NOCIONES GENERALES
Gnoseología

Del griego "gnosis" (conocimiento) y "logos" (discurso). Término con el que se designa la teoría del conocimiento, y parte de la filosofía que tiene por objeto la delimitación y definición de lo que es "conocimiento" y el estudio de sus características y límites. http://www.webdianoia.com

Epistemología

Definición: Entendemos aquí por «epistemología» aquella rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento científico. Es frecuente que, especialmente en las instituciones académicas de habla española, el término «epistemología» se use como sinónimo de «teoría del conocimiento» (en general). Sin embargo, nos restringiremos aquí a la epistemología como estudio de una forma específica de conocimiento, a saber, la ciencia. Esta comprensión de la epistemología es la mas adecuada también desde el punto de vista filológico, puesto que la palabra griega episteme se refería, no a cualquier forma de conocimiento, sino aproximadamente a lo que hoy entendemos por ciencia. En la literatura aparecen otros términos usados como sinónimos de «epistemología» en el sentido presente: «filosofía de la ciencia», «metodología», «metaciencia», «teoría de la ciencia», «lógica de la ciencia», etc. Quizás el término menos problemático sea el de «filosofía de la ciencia», pero evidentemente el nombre es lo de menos.

En tanto que es una reflexión filosófica sobre la ciencia, la epistemología consiste esencialmente en un análisis lógico de las estructuras conceptuales de la ciencia, el cual se ubica, por así decir, en un nivel de segundo orden con respecto a la reflexión científica misma. Los conceptos de la epistemología son conceptos y sus teorías son teorías de teorías. El objeto de estudio de la epistemología no son entidades acotadas espacio-temporalmente, como lo son los objetos de estudio de las ciencias mismas, sino entidades intelectuales abstractas de las que disponen los científicos para sus investigaciones. Y estudia esas entidades conceptuales en sus aspectos más autónomos, es decir, menos dependientes de las idiosincrasias personales, sociales, históricas de sus usuarios. En este sentido, la epistemología se distingue netamente de la psicología, la sociología y la historiografía de la ciencia, las cuales analizan los conceptos y las teorías de la ciencia precisamente en su dependencia de factores psicosociales (personalidades, instituciones, grupos sociales, formas políticas, económicas, religiosas, etc.). No hay incompatibilidad entre ambas formas de estudio de la ciencia, ni hay por qué tratar de eliminar la una en favor de la otra.
Imagen: http://es.scribd.com/doc/33966842/EL-CONOCIMIENTO-COMO-PROBLEMA-FILOSOFICO
Moulines, U. (1988), en Reyes, R.: Terminología Científico Social. Barcelona: Anthropos en http://www.espaciovirtual.net/Epistem/unidad1/QueEsEpistemologia2.htm

PROBLEMAS DE CONOCIMIENTO

A. POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO. ¿Es posible conocer? Esta pregunta resulta de la relación que se establece entre sujeto y objeto, es decir, ¿es posible que el sujeto aprehenda las cualidades del objeto?

TEORÍAS GNOSEOLÓGICAS SOBRE LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO

1. DOGMATISMO: Plantea que sí es posible. Afirma que el sujeto puede captar las cualidades del objeto sin alterarlo. Representantes: Tales, Anaxímenes, Anaximandro. Ejemplo: Una persona puede conocer los sentimientos tal como son.
2. ESCEPTICISMO: Plantea que no es posible el conocimiento. No niega actos del conocimiento, sino que rechaza los juicios producto de este acto.

Existen las siguientes variantes:

*       Escepticismo radical: Niega la posibilidad de cualquier conocimiento, tanto sensorial como Escepticismo metafísico o Positivismo : Niega la posibilidad de conocer lo metafísico (más allá de lo físico) y admite únicamente el conocimiento racional. Plantea que es preferible la suspensión de cualquier afirmación o juicio. Representantes: Crátilo, Pirrón de Elea, Gorgias. Ejemplo: No existen juicios válidos porque todo cambia.
*       Relativismo: Plantea que es posible un tipo de conocimiento relativo a un determinado grupo social o cultural, pero niega el conocimiento absoluto o universal. Representante: Spencer.  Ejemplo: Las creencias y costumbres varían en cada grupo social.
*       Escepticismo religioso o Agnosticismo: Declara inaccesible al entendimiento humano toda noción de Dios. Ejemplo: No es posible conocer el espíritu divino.
*       Escepticismo metafísico o positivismo: Niega la posibilidad de conocer lo metafísico (más allá de lo físico) y admite únicamente lo obtenido por la experiencia. Representante: Augusto Comte. Ejemplo: Los ángeles son incognoscibles
*       Solipsismo: Sólo se está seguro de las propias vivencias. Sólo existe el sujeto y su conciencia. Representante: Fichte.

3. CRITICISMO: Plantea que el conocimiento es posible dentro de ciertas condiciones. Afirma que sólo se conoce el fenómeno (que es la manera como aparece la cosa ante nuestros sentidos), pero no la realidad tal como es (cosa en sí: noúmeno). Afirmaba: Todo conocimiento en sí comienza con la experiencia pero no todo procede de ella Representante y fundador: Enmanuel Kant.  Obra: “Crítica de la razón pura”

B. ORIGEN DEL CONOCIMIENTO. ¿Cuál es la fuente del conocimiento?, ¿es la razón?, ¿es la experiencia?, ¿ambas?

TEORÍAS GNOSEOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

1. RACIONALISMO: Doctrina filosófica que afirma que el pensamiento o la razón es la fuente del conocimiento. Afirma que nuestras ideas son innatas, no aprendidas y que son anteriores a la experiencia. La razón crea sus propios principios y leyes, los cuales hacen posible el conocimiento universal y necesario. Representantes: René Descartes, (“Discurso del Método”), Leibniz, Spinoza. Ejemplo: El todo es mayor que las partes. Representante: Kant. Ejemplo: Los sentidos sin la razón serán ciegas, y la razón sin los sentidos sería vacía.
2. EMPIRISMO: Doctrina filosófica que señala que la fuente del conocimiento se origina en la experiencia. Principios, leyes e hipótesis provienen de la experiencia. Afirma que “no hay nada en la mente que no haya estado antes en los sentidos”. Representantes: Bacon, Locke, Hume. Ejemplo: Conozco el agua porque lo he captado y experimentado.
3. CRITICISMO (APRIORISMO): Propone la existencia de formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo), y de conceptos a priori del entendimiento (cantidad, calidad, modalidad, relación, etc) independientes de la experiencia, los cuales son utilizados cuando existe contacto con la realidad. La experiencia nos proporciona datos que son ordenados u organizados por estas formas y conceptos.

C. ESENCIA DEL CONOCIMIENTO. El conocimiento es una actividad espiritual por la cual el hombre elabora ideas que difieren esencialmente de las sensaciones o imágenes.

TEORÍAS GNOSEOLÓGICAS SOBRE LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO

1. REALISMO: El conocimiento es la captación del objeto, ajeno al sujeto que conoce.
2. IDEALISMO: El conocimiento es una proyección del sujeto conocedor.
3. FENOMENALISMO: El conocimiento es la aprehensión de los fenómenos o apariencia exterior de los objetos.
www.rmrubinos.blogspot.com
4. MATERIALISMO DIALÉCTICO: Concepción filosófica científica del mundo, una de las partes componentes del marxismo, su base filosófica. Fue creado por Marx y Engels y ha sido objeto de ulterior estudio por parte de Lenin y otros marxistas…. La naturaleza se desarrolla y alcanza sus formas superiores, incluyendo la vida y la materia pensante, no gracias a una fuerza del más allá, sino merced a causas dadas en ella misma, en sus leyes. La teoría dialéctica del desarrollo (Dialéctica) elaborada por el materialismo dialéctico, señala cuáles son las leyes generales gracias a las cuales acontecen los procesos del movimiento y cambio de la materia, el paso de sus formas inferiores a las superiores. Las teorías físicas actuales sobre la materia, el espacio y tiempo, al reconocer la mutabilidad de la materia cualquiera que sea su especie y la inagotable facultad de las partículas materiales de experimentar transformaciones cualitativas, no sólo se encuentran en perfecta concordancia con el materialismo dialéctico, sino que únicamente en él pueden hallar las ideas filosóficas y principios metodológicos necesarios. Fuente: Diccionario Rosental- Iudin

I.- INTRODUCCIÓN TEORÉTICA.
Cuadro de texto: El problema gnoseológico es el problema del valor  ontológico del conocimiento que reflexivamente se confirma.(El problema gnoseológico). Ioannes Di Napoli. Gnoseología.
Fuente: http://www.filosofia.mx/libros/GNOSEOLOGIA-IOANNES-Di-NAPOLI.doc

            Cualquier hombre firmemente se juzga que es apto para conocer las cosas como son en si, de tal manera que se enoja contra aquellos que lo contradicen. Pues todos, contra los que impugnan nuestros juicios, protestamos diciendo: “Yo digo la verdad, ¡no miento, no fallo!”
            Sin embargo, no se puede negar que nosotros con frecuencia caemos en el error en cualquier edad o estado de cultura.
            Surge luego la pregunta:
            ¿El conocimiento humano aprende las cosas como son en sí? O de otra manera:
            ¿Se dan las cosas como son en sí? O de otra forma: ¿El conocimiento humano puede aprender las cosas como son en sí?
Cuadro de texto: Razones y fines de la investigación gnoseológica.            De esta última posición de la pregunta se deduce la denominación de la misma pregunta: se llama pues cuestión sobre el valor del conocimiento, es decir, de la capacidad del conocimiento humano para aprender las cosas como son en sí; mas como las cosas sean entes (×nta), el valor del conocimiento se llama también valor real o valor ontológico del conocimiento humano.
            Esta pregunta no es puesta por el hombre común, pues el mismo, aún cuando yerra,  juzga poder conocer la verdad con certeza y de hecho muchas veces la conoce; la cuestión mas bien se pone por el filósofo, cuyo oficio es juzgar sobre el conocimiento, porque la filosofía es la ciencia fundamental (el problema radical  y la doctrina universal de las cosas) o sea, la sabiduría.
            Sin embargo, la cuestión no se pone en el ejercicio de filosofar: existe pues, un paralelismo entre la evolución cultural del hombre en singular y  la evolución cultural de la humanidad y de la filosofía.  
            El hombre en su infancia considera solo el mundo circunstante y poco atiende el propio “yo”;  en la juventud mas vale el yo para sí mismo que el mundo, mas el mundo se considera como puro instrumento del propio yo; y mientras antes muchas veces simplemente y sin disputa sostenía y retenía las cosas por la tradición y el testimonio de otros, tiempo después somete todo esto al juicio crítico y se hace a sí mismo preguntas buscando que sea el mismo, el mundo, que deba hacer para adquirir un óptimo estado de vida.
            De una manera semejante, casi todos los primeros filósofos se estuvieron en la consideración del mundo (cosmologismo); después hicieron una reflexión hacia el propio “ego”, o sea, hacia el hombre y establecieron  juicios acerca de la capacidad del hombre para conocer y para obrar.
            La crisis siempre acompaña a la adolescencia, ya del hombre singular, ya de la filosofía.
            Así mismo nosotros primero hemos tratado las cuestiones del mundo infrahumano (Cosmología), después las cuestiones del hombre (Sicología) siempre juzgando que el conocimiento nos refiere las cosas como son en sí. Ahora también  por  esto que:
            1) Advertimos con frecuencia que hay error en nuestros conocimientos;
            2) Encontramos muchas veces contradicción en las doctrinas de los filósofos.
            3) Tendemos naturalmente a conocer las cosas suprasensibles acerca de las cuales se tienen muchas dificultades[1], ponemos  el problema acerca del valor del conocimiento  para que:
            1) Desechemos el error por medios aptos.
            2) Expliquemos en general la oposición de las doctrinas filosóficas,
            3) Establezcamos la posibilidad de conocer las cosas suprasensibles o de construir la ciencia metafísica.
            El problema,  pues sobre el valor del conocimiento constituye el problema crítico (crsij juicio del conocimiento) o problema gnoseológico, cuya solución se da en la Gnoseología (gnîsij conocimiento, lÒgoj ciencia).
            No obstante analizaremos brevemente la historia del problema gnoseológico para que podamos resolver más claramente las cuestiones singulares.
II. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA.
Los presocráticos
 
 


Después de un inicio eminentemente  gnoseológico, la filosofía griega trató también de cuestiones sobre el valor del conocimiento, es muy célebre la oposición entre Heráclito y Parménides: el primero prefiere el conocimiento sensitivo y sostiene que todas las cosas cambian continuamente, porque así aparecen a los sentidos; el segundo prefiere el conocimiento intelectivo (conceptual) y sostiene que todo se reduce al ente uno e inmóvil.
            Heráclito por consiguiente sostiene que sólo el conocimiento sensitivo aprende las cosas como son en sí, Parménides sostiene que solo el conocimiento intelectivo aprende las cosas verazmente mientras el conocimiento sensitivo refiere sólo la mutación de las apariencias (de los fenómenos).
            Por la doctrina de Heráclito y Parménides los sofistas dedujeron esta doctrina: el conocimiento humano no puede aprehender las cosas como son en sí, luego las cosas son como aparecen a cada hombre (relativismo, en cuanto el valor del conocimiento y la naturaleza de las cosas son relativos a cada hombre en singular: la verdad es relativa a los individuos).
Platón y Aristóteles
 
 


            Contra los sofistas, Sócrates proclama el valor universal y necesario del conocimiento intelectivo, es decir, el valor del concepto, el cual es necesario para la obligación universal y absoluta de la ley moral.
            Platón y Aristóteles perfeccionaron la obra de Sócrates. Platón desprecia el conocimiento sensitivo; porque este aprende las cosas como mutables mientras aquello que es el ente debe ser necesario e inmutable; la sensación ofrece solo la opinión (dÒxa) o la probabilidad; de donde Platón exalta el conocimiento intelectivo; porque este solo aprende las cosas inmutables o sea los entes ejemplares eternos de todas las cosas (edh ideas, especies, formas) y ofrece la ciencia (pist»m»).
            Aristóteles admite el valor del conocimiento, ya sensitivo, ya intelectivo. Según él, el conocimiento sensitivo aprende las cosas singulares y concretas como están en la naturaleza, el conocimiento intelectivo obtiene de las cosas aprendidas por los sentidos obtiene los conceptos universales por los cuales se obtienen los principios y las argumentaciones para la construcción de la ciencia. (


Fuente: http://zoosofia.files.wordpress.com/2011/12/aristoteles1.jpg
 Después de Aristóteles
 
 


Cuadro de texto:   El escepticismo            Después de Aristóteles, los filósofos griegos, principalmente bajo el influjo de las condiciones políticas (sumisión de Grecia bajo Filipo macedonio) trataron más bien los problemas morales, pero no faltaron estudios  del conocimiento y de la ciencia.
            Algunos platónicos (Arcesilao, Carneades) sostienen  que nunca se puede obtener la certeza en el conocimiento humano, sino que se  solo se obtiene  la opinión (probabilismo académico); otros (Pirro) sostienen que nunca se puede obtener ni la certeza, ni la opinión y por lo tanto la condición humana del conocimiento es la duda permanente y la inquisición continua (escepticismo, de skšptomai).
http://www.filosofia.mx/libros/GNOSEOLOGIA-IOANNES-Di-NAPOLI.doc

El punto de partida de la filosofía antigua fue el materialismo filosófico. Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, pese a todas las diferencias existentes entre ellos, suponían que todas las cosas proceden de un principio único y, además material. No obstante, sobre esta base ingenuamente materialista, se perfilaron pronto ciertas concepciones que condujeron más tarde al nacimiento del idealismo. Los brotes de escisión entre las corrientes materialistas y las idealistas se dieron ya en los pensadores griegos más antiguos. En la segunda mitad del siglo V y en la primera del IV a. n. e., se convirtieron en la oposición entre materialismo e idealismo. Con no menor claridad se presenta en la filosofía antigua la oposición entre el método dialéctico y el método metafísico del pensar.

En esencia, muchos de los primeros filósofos griegos eran dialécticos, concebían la naturaleza como un todo y, por consiguiente, la veían en la interacción y concatenación de sus fenómenos.

Durante el desarrollo de la filosofía antigua, que pasó de los mil años, el materialismo y el idealismo, la dialéctica y la metafísica constituidos en la antigua filosofía griega, experimentaron una compleja evolución que reflejaba, en última instancia, la dialéctica del desarrollo de la sociedad antigua. Fueron materialistas, en la filosofía antigua, Empédocles, Anaxágoras, Leucipo, y Demócrito.

En las enseñanzas de Sócrates y, sobre todo, de Platón se formó la doctrina del idealismo filosófico, que se contrapuso en primer lugar al materialismo de los atomistas. Desde entonces, en la filosofía antigua se dibujan netamente dos líneas principales de desarrollo, en pugna: el materialismo y el idealismo (o bien, por decirlo con palabras de Lenin, la «línea de Demócrito» y la «línea de Platón»). Oscilando entre el materialismo y el idealismo, Aristóteles expuso también sus ideas en polémica con las doctrinas anteriores y contemporáneas a su tiempo. Resulta singularmente enérgica e ingeniosa la crítica aristotélica de la teoría de las «ideas» capital en el idealismo de Platón.

En la época del helenismo, como reflejo de la crisis inicial de la polis en el sistema de esclavitud, la lucha de escuelas de la filosofía antigua vuelve a acentuarse. En aquel entonces se hizo particularmente intensa la pugna entre la escuela materialista epicúrea y la escuela estoica, en cuyas doctrinas, materialistas en el fondo, habían penetrado ampliamente elementos de idealismo. Se sitúan en primer lugar, entre los problemas filosóficos, los que conciernen a la ética, aunque basados en la concepción de la naturaleza y en la doctrina concerniente al saber y al pensar. Las escuelas filosóficas se convierten en comunidades cerradas de personas unidas por su indiferencia respecto a los acontecimientos exteriores y por un acentuado interés por las cuestiones éticas y la educación. Al mismo tiempo, cambia la relación entre la filosofía y las ciencias especiales, aparece un nuevo tipo de hombre culto y un nuevo tipo de literatura docta, especializada, al alcance sólo de los iniciados.

En la época del Imperio Romano, período en que se agudiza la crisis de la sociedad esclavista, cobra mayores vuelos la búsqueda religiosa de la abnegación y de la resignación. De este a oeste penetra y se difunde una ola de cultos, doctrinas y misterios religiosos. La propia filosofía se vuelve religiosa y, en algunas escuelas, incluso mística. Tal ocurre con el neoplatonismo y el neopitagorismo. El primero influyó sobre el desarrollo de las doctrinas filosóficas del cristianismo. En el año 529, el emperador Justiniano decretó el cierre de las escuelas filosóficas de Atenas. Pero antes ya de este decreto e independientemente de él, el ciclo fundamental de las ideas de la filosofía antigua había llegado ya al término de su desarrollo. Fuente: http://www.filosofia.org/enc/ros/filos.htm

EL PROBLEMA DE LA RELACIÓN ENTRE APARIENCIA Y REALIDAD: REALISMO E IDEALISMO

El problema de la relación entre el conocimiento humano y la realidad, es, por lo tanto, uno de los problemas clásicos de la epistemología. La forma más habitual de llamarlo es “el problema de la relación entre apariencia y realidad”, porque en realidad el problema consiste en saber cuál es la relación que existe entre el mundo real, tal y como se aparece en mi mente, y el mundo real tal y como él es en sí mismo, al margen de cómo se aparezca en mi mente (o en la de un perro, o una lagartija).
Este problema se puede ver directamente en relación con la primitiva teoría del isomorfismo, a la que ya hicimos referencia indirecta casi al principio de este tema. Repasémosla: podría parecer, ingenuamente, que la realidad es justamente aquello que mis sentidos conocen, aquello que se aparece a mi mente de forma directa.

El conocimiento no sería, según este punto de vista, otra cosa que la relación entre un sujeto conocedor (S) y un objeto conocido, o una realidad a conocer (O). El sujeto conocedor sería activo y tendría unas facultades o capacidades intelectuales que le permitiría conocer el objeto.

El objeto, por su parte, sería pasivo, independiente del sujeto, permanente y substancial. Sus características, sus atributos, tampoco dependerían del sujeto. Sin embargo, el sujeto podría conocer estas características sin problemas porque su propia estructura conocedora (es decir, la estructura de las capacidades racionales y cognoscitivas del ser humano: su inteligencia, su razón, su lenguaje, sus sentidos...) se adaptaría como un guante a una mano, a la estructura de lo que está por conocer, del objeto.

El sujeto puede conocer el objeto, aunque éste sea independiente de él, por qué existe igualdad en sus estructuras, o son “compatibles”, por usar una palabreja de la informática. La palabreja filosófica es, en cambio “isomorfismo” (significa, simplemente “forma idéntica”).

El sujeto puede conocer la realidad, porque su razón tiene la misma forma que la realidad, tiene la misma estructura que la realidad (de hecho, ¿acaso no pertenece a ella?)

Esto que acabamos de contar es la teoría filosófica clásica del conocimiento (enunciada, por ejemplo, hace 2300 años por Aristóteles).

Tenemos que desterrar ya las dos siguientes ideas: en primer lugar, que (1) no existe independencia entre el sujeto y el objeto, entre el conocimiento y la realidad. En segundo lugar, que (2) las características de la realidad, las características o atributos de los objetos, no tienen existencia real, independiente o separada de las características con las que el sujeto las conoce. Lo que pasa es que en torno a estas dos cuestiones puede haber una enorme cantidad de matices.
Para plantearnos la pregunta con la mayor claridad posible, veamos de todas formas el siguiente esquema, en el que se pueden valorar todas las posibilidades:

POSIBLES RELACIONES ENTRE APARIENCIA Y REALIDAD

Problema número 1: realismo indirecto como teoría correcta

Analizando el esquema, se ve con claridad que el problema de la relación entre las apariencias de nuestra mente y la realidad necesita descomponerse en dos preguntas diferentes. En primer lugar: ¿cómo percibimos la realidad? La creencia ingenua de que los seres humanos percibimos la realidad de forma directa, es la postura filosófica que se denomina realismo directo. (El isomorfismo aristotélico es también, implícitamente, un realismo directo). Era una postura que, por ejemplo, sostenía un filósofo epicúreo denominado Lucrecio en un libro llamado De rerum natura. Según él, si veíamos la realidad era porque las cosas desprendían efluvios materiales con su propia forma que nos presionaban sutilmente sobre la superficie de los ojos. Evidentemente, es una postura falsa. La postura correcta es la que sostiene que los seres humanos percibimos la realidad a través de nuestras representaciones mentales Este punto de vista se conoce con el nombre de realismo indirecto. Conocemos la realidad de forma indirecta, a través de las representaciones mentales que aparecen en nuestro cerebro.

Problema número 2: realismo crítico o idealismo como posibles soluciones

Asumiendo el punto de vista anterior como verdadero, la pregunta entonces pasa a ser diferente: ¿son las representaciones mentales copia fiel de la realidad? El realismo ingenuo diría que sí: la realidad es exactamente aquello que muestran mis representaciones mentales. (De nuevo el isomorfismo aristotélico es un realismo ingenuo: llevaría a disparates como el de afirmar que los alumnos que se sientan al fondo de la clase miden 10 cm., puesto que de ese tamaño es mi percepción de ellos). La postura correcta es más bien la contraria. Mis representaciones mentales no son una copia de la realidad, sino que de alguna forma la interpretan o la reconstruyen en mi mente. Esta es la postura que sostiene el realismo crítico (la más habitual y seguramente la más razonable). Si yo percibo una tiza de color verde, el color verde no puede ser considerado estrictamente una propiedad objetiva de la tiza, sino una cualidad que mi mente, de acuerdo con sus estructuras mentales y perceptivas reconstruye críticamente (activamente y no de forma “exacta”; ese criterio no tendría sentido, aplicado a la percepción) en su interior. Seguramente la tiza en sí misma no tiene una propiedad como “color verde”, pero existe una realidad en ella a la que mi conocimiento se puede acercar críticamente, siendo consciente de que al decir que “la tiza es verde”, no conozco la realidad en sí misma, tal y como es. Es la postura que históricamente han defendido casi todos los filósofos.

Algunos filósofos decidieron dar una vuelta de tuerca a este argumento e ir más allá. Si las cualidades de los objetos que yo percibo son reconstruidas de forma crítica y activa por mi mente, o por mi aparato entonces no perceptivo, podemos afirmar que exista una realidad objetiva y material en sí misma como tal. Existir consiste en ser percibido. Los objetos y la realidad en general carecen de realidad y de existencia objetiva. Su realidad y su existencia se la proporciona mi acto perceptivo. Existen en mi mente porque yo lo percibo. Las cosas y la realidad no existen de forma objetiva e independiente, sino de forma subjetiva. Sin percepción humana no hay realidad ni existencia objetiva de las cosas. Esta postura se conoce con el nombre de idealismo filosófico. Probablemente es una teoría falsa; sin embargo, es muy difícil de criticar y de rebatir. Uno de sus defensores fue un religioso irlandés llamado Berkeley, que afirmó explícitamente que, puesto que “esse est percipi”, la existencia de las cosas de forma permanente, al margen de nuestra percepción, no podía ser afirmada, o bien era una prueba indirecta de la existencia de un Dios creador del universo que lo mantenía en la existencia (las cosas no existirían por sí mismas, sino por la gracia de Dios). Otro idealista filosófico clásico fue Hegel, en este caso sin intenciones de la teología natural.

EL PROBLEMA DE LA VERDAD: ESCEPTICISMO, RELATIVISMO Y DOGMATISMO.
Antes de comentar el problema de la verdad es preciso explicar brevemente qué entendemos por verdad. Necesitamos aclarar un poco el significado del concepto. La definición más clásica del concepto es la del pensador que ya mencionamos con motivo de la explicación de la teoría del isomorfismo, Aristóteles. Su definición de verdad es aparentemente muy sencilla: “verdad consiste en decir de lo que es, que es, y de lo que no es, que no es”. (A este concepto de verdad también se le llama “teoría de la verdad como correspondencia (o correlación) o teoría isomórfica de la verdad”) La definición dice más cosas de lo que parece. En primer lugar: la verdad es una propiedad del lenguaje. No es una propiedad de las cosas o de la realidad. Sólo pueden ser verdaderas las expresiones de nuestro lenguaje: “verdad consiste en decir”. Las cosas no son ni verdaderas ni falsas; verdadero o falso es lo que afirmamos o negamos de ellas.

En segundo lugar: la verdad establece una correspondencia o una correlación; la verdad establece una correspondencia entre los objetos y el lenguaje con que los describimos: “decir de lo que es (realidad), que es (lenguaje); de lo que no es (realidad), que no es (lenguaje)”. Y en tercer lugar, el concepto de verdad hace suponer que debemos tener algún criterio para demostrar que podemos conocer las cosas tal y como son en sí mismas en nuestra mente; y que podemos traducir los contenidos de nuestra mente a nuestro lenguaje con total precisión y exactitud. El concepto de verdad supone también que los seres humanos tenemos pruebas o criterios para demostrar o justificar sin ningún género de dudas que, efectivamente, tal cosa es de tal manera. Poder acceder a la verdad supone estar en posesión de criterios precisos para demostrarla o justificarla; criterios de demostración idénticos, únicos, exactos y seguros.

El escepticismo es la postura filosófica humanos que niega que los seres un podamos alcanzar conocimiento verdadero y seguro de las cosas. Vistas las limitaciones del aparato perceptivo de los seres humanos, y su relación tan extraña con los objetos de la realidad exterior, es imposible plantearse el ideal de un verdadero conocimiento de las cosas. Nuestro conocimiento es, en el fondo, inútil, porque no es capaz de llegar a la verdad en sí misma.

Es evidente que la duda del escéptico puede plantearse a varios niveles. En primer lugar, cabe dudar de que la verdad exista, pues seguramente se trate de un concepto ilusorio, y no existan las cosas en sí mismas, sino a la medida de nuestra percepción (pensemos de nuevo en el Texto 12, y las distintas verdades de los distintos animales). En segundo lugar, cabe dudar de que, aunque exista, nuestro aparato perceptivo pueda llegar a ella, pues ya sabemos que percibimos las cosas de forma indirecta y muy compleja, y por si eso no fuera poco, siempre estará el problema de la inducción acechándonos, y debilitando cualquier verdad contingente que pudiéramos afirmar. Y en tercer lugar, puesto que la verdad es una propiedad del lenguaje con el que expresamos la realidad, cabe la posibilidad de que aunque la verdad exista y los seres humanos la podamos conocer, sin embargo no seamos capaces de expresarla lingüísticamente. Esto que acabo de contar es la formulación más clásica de la postura escéptica, esbozada por un filósofo griego llamado Pirrón el Escéptico (¡cómo no!).

La postura del escepticismo es difícil de cuestionar, pero tiene una enorme debilidad. El escéptico sostiene que la verdad no puede ser alcanzada o al menos, ni siquiera expresada. Pero sin embargo, afirma que una cosa sí es verdad: que la verdad no se puede conseguir. (Es decir, no podemos alcanzar ningún conocimiento seguro, excepto el del punto de vista escéptico). Esta forma de razonar es, por lo tanto, paradójica (una paradoja consiste en afirmar una cosa y su contraria a la vez); no respeta el principio de contradicción, un principio básico del funcionamiento de la razón humana (hablaremos de él más adelante).

El relativismo es, en realidad, una consecuencia del escepticismo. Si el conocimiento verdadero y exacto no es seguro, verdad será todo aquello que le parezca al sujeto que conoce que es verdad. Por lo tanto, la verdad cambiará según el sujeto (o el tipo de animal), el grupo social, la época histórica, el estado etílico, la capacidad mental, el principio químico activo que opera en nuestro cerebro, etc. No habrá una verdad única, sino multitud de verdades, que dependerán de todas esas circunstancias, que serán relativas a todas estas circunstancias.

Como aforismo mundo, dice poético: el “en clásico este ni nada es verdad mentira, todo es según del color del cristal con que se mira”. Si todo es verdad, efectivamente, nada es verdad. El relativismo es una postura contraria crítico, al pensamiento porque impide a la humanidad avanzar y resolver sus problemas de forma racional.

La postura más razonable y que en principio es la normal para los seres humanos, es la del dogmatismo. El dogmatismo es, en realidad, un realismo: la verdad existe, los seres humanos podemos conocer la verdad y los seres humanos podemos expresar y comunicar esa verdad. El dogmatismo ha de ser, en principio, un realismo crítico: que la verdad exista, no quiere decir que estemos en posesión de ella. Llegar a la verdad cuesta mucho trabajo y mucho esfuerzo; se llega a ella por caminos muy indirectos y de forma muy lateral, y seguramente nunca podemos estar del todo seguros de estar en posesión de la verdad absoluta.

(Es por eso por lo que el término dogmatismo se usa en el lenguaje casi siempre en sentido negativo, en sentido peyorativo. Una persona dogmática es una persona fanática, una persona acrítica, una persona que se cree en posesión de la verdad absoluta, una persona que jamás se cuestiona sus conocimientos o creencias, una persona que nunca duda ni analiza sus propios puntos de vista… El dogmatismo, en este sentido negativo, está tan alejado del conocimiento y de la actitud racional como el relativismo. Son, en realidad, dos caras de la misma moneda, porque convierten el esfuerzo humano en intentar encontrar el conocimiento en algo inútil.)

ONTOLOGÍA Y METAFÍSICA

“Ontología” y “metafísica” son dos conceptos filosóficos que se encuentran relacionados con el de “epistemología”. Son dos conceptos de uso habitual en las discusiones y en los razonamientos filosóficos, así que conviene conocer su significado.

Metafísica significa, literalmente, en griego, “lo que está más allá de la física”. En otras palabras, lo que está más allá del mundo físico y del mundo material. O también: la estructura de lo real, o la estructura y el fundamento de todo lo que existe. Pero si algo está más allá del mundo físico y del mundo material, su conocimiento directo para nosotros es imposible. Sin embargo, si podemos hacer suposiciones y reflexiones acerca de ello.
De hecho, las discusiones epistemológicas llevan directamente a problemas clásicos de la metafísica. ¿El mundo real existe como tal o soy yo quien le da existencia? ¿Existe realmente la verdad? ¿Es la realidad cognoscible? ¿La realidad es accesible al conocimiento racional? Etc., etc. Todos estos y muchos más son problemas epistemológicos que derivan en problemas metafísicos. Por supuesto, hay muchos otros problemas de índole metafísica relacionados con otras ramas de la filosofía, como por ejemplo con la ética: ¿es el ser humano libre, o está determinado por su personalidad y por la sociedad? ¿Puede hablarse de responsabilidad sin libertad? O con la antropología: ¿Tiene sentido el ser humano? ¿O es sólo una combinación peculiar de elementos biológicos, físico-químicos? O con la teología: ¿Existe Dios? ¿Existe el alma? ¿Puede el ser humano ser inmortal de algún modo? Todos estos son problemas clásicos de la filosofía; analizarlos llevaría la necesidad de una pregunta para cada uno de ellos; basta aquí con mencionar su existencia. En la asignatura del año que viene trataréis muchos de ellos con más detalle, y también en los temas que veremos más adelante este curso.

Lo que interesa destacar especialmente es lo siguiente: todas las personas tenemos creencias de tipo metafísico de un tipo u otro relativas a todas las cuestiones anteriores (las creencias religiosas, al igual que las agnósticas, son un subconjunto de las creencias metafísicas). Se trata de creencias porque en última instancia son indemostrables, aunque se puede argumentar en su favor de forma relativamente convincente. Yo tengo la creencia metafísica de tipo antropológico y ético de que el ser humano es un ser fundamentalmente libre, por ejemplo.

A veces, la rama de la metafísica que estudia la estructura de lo real recibe el nombre de ontología (del griego ons, -ontos, que significa “lo que es o existe”). Así por ejemplo, la ontología de un realista es materialista, puesto que cree que lo real es fundamentalmente material. La ontología de un idealista sería diferente, puesto que cree que lo material sólo existe como concepto y representación de mi mente, y por lo tanto tiene carácter conceptual. Su ontología es por eso mismo idealista.

EMPIRISMO Y RACIONALISMO

Otra pregunta epistemológica clásica que se han hecho los filósofos acerca del mecanismo psicológico de conocimiento humano, ha sido siempre la siguiente: ¿dónde está el origen y fundamento del conocimiento humano? Esta es una antigua pregunta filosófica (muy anterior al desarrollo de la psicología como ciencia), y es lo que vamos a ver en este subapartado, como ya dijimos en su momento.

Las respuestas posibles a esta pregunta han sido, históricamente, dos: el origen y fundamento del conocimiento humano esta dentro de la razón, la mente o el cerebro humano, o bien el origen y fundamento del conocimiento humano no está en la razón, la mente o el cerebro humano, sino en la experiencia externa a ella. La primera postura es la del racionalismo o innatismo, y la segunda la del empirismo.

Se les denomina así, porque hubo dos corrientes de pensamiento filosófico a lo largo de los siglos XVII y XVIII que mantuvieron esas dos diferentes posturas y eran llamados, respectivamente, racionalistas y empiristas. Los racionalistas más importantes fueron Descartes, Leibniz y Espinosa, y los empiristas más importantes (estos Locke y Hume su nombres tendrán interés el curso que viene). De todas formas, estos adjetivos pueden utilizarse hoy en día sin mayores problemas. Hay una rama de lingüistas contemporáneos, cuyo miembro más importante es un tal Chomski (del que hablaremos más adelante), que se denominan a sí mismos racionalistas, de la misma forma que hay muchos psicólogos que se consideran empiristas. Porque en realidad, la teoría racionalista dice: el origen del conocimiento humano está en la mente humana, que es quien lo determina y construye. Y la teoría empirista dice: el origen del conocimiento humano está todo en la experiencia externa a la propia mente humana, y es esta experiencia externa quien la determina y la construye.

EL EMPIRISMO Y SUS RAZONES

Las razones del empirismo parecen sencillas y fáciles de entender, sobre todo ahora que ya conocemos el mecanismo psicológico de conocimiento humano.: el conocimiento humano proviene única y exclusivamente de la experiencia externa a la mente. La mente humana, antes de verse afectada por la experiencia, está total y absolutamente despojada de contenidos y de capacidades. Todo lo obtiene de la experiencia, porque la mente, sin haber recibido ningún contenido de experiencia, no es más que una pizarra en blanco, una pizarra vacía, una tabula rasa. La experiencia es más compleja de lo que parece, no se limita datos sentidos a percibir de los externos.

Puede recibir datos del propio interior cuerpo, del y puede incluso percibir las propias operaciones de la mente (recordemos que los seres humanos poseemos autoconciencia) para formar conceptos complejos de carácter abstracto (puede percibirse a sí mismo dudando, prefiriendo, disfrutando…).

Pero el origen de todo está en la experiencia. La mente humana (el entendimiento, según la terminología del texto) no nace, por ejemplo con la capacidad de la abstracción. La mente humana no tiene la capacidad de abstracción por sí misma. Un empirista afirmaría: La mente humana construye la capacidad de abstraer percepciones semejantes y formar conceptos e imágenes mentales a partir de ellas, a base de percibir, una y otra vez, percepciones que son semejantes. Pero no es una capacidad innata de la mente humana, ni una capacidad que nuestra mente posee por sí misma, antes de haber recibido datos de la experiencia exterior. Por eso es en la experiencia dónde está el origen del conocimiento humano. Sería algo así como si el estómago naciera sin la capacidad de segregar jugos gástricos, y a base de darle de comer, la fuera adquiriendo él solo. (Un racionalista diría, en cambio: La mente humana nace con la capacidad innata de abstraer percepciones semejantes y formar conceptos e imágenes mentales a partir de ellas, a base de percibir, una y otra vez, percepciones que son semejante).

El problema al que se tiene que enfrentar el empirismo, no obstante, es el siguiente: ¿Cómo se las arregla la mente para formar todas las enormes capacidades y potencialidades cognoscitivas que tiene dentro naciendo totalmente vacía de contenidos y de estructuras preconfiguradas, tal y como afirman los empiristas? No está muy claro.

Veamos dos principios que cumplen difícil y dudosamente el requisito de provenir de la experiencia. Estos dos principios son por una parte el principio de no contradicción (mencionadas líneas atrás), que es un principio básico de la estructura de nuestra forma de razonar y dice: “es imposible para una misma cosa, tener y no tener a la vez una misma cualidad”. El otro principio es el llamado de razón suficiente, que lo que dice es que “para cada efecto ha de haber una causa, y para cada causa ha de haber un efecto”. ¿Cómo adquirimos estos conocimientos, que parece que todos tenemos?

Ambos principios permiten que el mundo sea racional y comprensible. ¿Pueden provenir de la experiencia? ¿No será que la mente humana siempre percibe y siempre piensa usándolos, con ellos (aunque no piense en ellos ni sea consciente, necesariamente, de ellos)? (De esta forma estamos anticipando los puntos de vista de los innatistas).

El punto flaco del empirismo podría quedar aquí planteado con bastante claridad: existiríanen la mente humana presuntos conocimientos absolutamente verdaderos sin excepción que no provienen de la experiencia. El contraargumento empirista a esta crítica podría tener la siguiente forma:

Aunque existieran este tipo de verdades y universales necesarias (conceptos que desarrollaremos con más detalle más adelante), eso no bastaría; habría que probar que su verdad no proviene de la experiencia, sino de la propia razón humana (quien tiene que probar es quien afirma, no quien niega; yo, por ejemplo, no tengo que demostrar que los marcianos no existen, pero quien cree en su existencia debe darme buenas razones para que yo no piense que es un alucinado). Pero además, hay una segunda parte de este argumento: tales verdades no son tan absolutas, verdaderas y necesarias como sostienen los racionalistas. (A este respecto, recuerda un poco los conceptos con los que piensa e interpreta la realidad el pigmeo; lo que parecían conceptos perceptivos universales, como la idea de que es automática la interpretación de que los cuerpos, con no lo eran tanto: el pigmeo no los tenía).

EL RACIONALISMO Y SUS RAZONES

Tal y como venimos formulando la explicación, quien sostenga que este tipo de conocimientos no pueden venir de la experiencia externa a la mente humana, sostiene el punto de vista contrario al del empirismo: el punto de vista del racionalismo (o innatismo: el conocimiento humano es innato). En nuestra mente, nuestro propio cerebro es donde reside el fundamento y origen del conocimiento humano, su estructuración y su forma (aunque, efectivamente, algunos de sus contenidos y datos, provengan de la experiencia; pero la razón humana ya los predetermina). Es absolutamente falsa la idea de que la mente humana, al nacer, sea una tabula rasa.

Las razones para defender este punto de vista son los siguientes. El texto dice que si la mente fuera realmente una tabula rasa, su capacidad para construir conocimientos y estructuras cognoscitivas por el mero hecho de recibir datos de experiencia se vería seriamente limitada. Porque esta capacidad estaría absolutamente indeterminada, sería una capacidad vacía (como la de la arcilla de ser moldeada o la del papel de escribir en él palabras, por ejemplo). Y lo que eso supone: no permitiría construir a partir de ellas verdades universales.

Las verdades universales o de razón (también llamadas verdades a priori, y contemporáneamente, verdades necesarias o analíticas) son aquel tipo de verdades que no admiten duda ni excepción, que son verdad siempre y en cualquier circunstancia, al margen de la experiencia –y por tanto, no dependerían de ella ni adquirirían su verdad en ella-. Son aquellas verdades que son verdad y no pueden dejar de serlo, porque imaginar su falsedad sería contradictorio (ojo: no simplemente falso, sino contradictorio).

Por ejemplo: “círculo es la figura geométrica todos cuyos puntos equidistan de otro llamado centro”. No cabe imaginarse la falsedad de esta afirmación; sería contradictorio que en un círculo todos los puntos de la circunferencia no estuvieran a la misma distancia del centro. Otro ejemplo: “el todo siempre es mayor que sus partes”. Sería contradictorio que una parte fuera mayor que el todo del que forma parte; se podría decir con lenguaje coloquial, “eso no cabe en cabeza humana”. En cambio, decir “América fue descubierta por Colón en 1493” no es contradictorio, es simplemente falso. (Porque aquí no estamos negando una verdad universal, sino otro tipo de verdad del que hablaremos a continuación). En teoría los principios de no contradicción y de razón suficiente, de los que hablamos líneas atrás, serían verdades de este tipo. En general, son verdades necesarias todos los principios lógico-racionales, pero también todas las verdades matemáticas.

Conviene que no perdamos de vista el papel que asignan los racionalistas a la experiencia. La experiencia proporciona contenidos y datos sensibles a la razón humana, y puede llegar, como mucho, a dar el material del otro tipo de verdades: las verdades empíricas o contingentes., de experiencia, sintéticas, no necesarias, o contingentes. Las verdades empíricas o contingentes (también llamadas verdades a posteriori, de experiencia, sintéticas, a posteriori o no necesarias) son aquellas verdades cuya verdad no es necesaria, porque es perfectamente posible imaginarse su falsedad. Podemos imaginarnos su verdad sin caer en contradicción, porque la negación de una verdad empírica es falsa, pero no ilógica ni contradictoria. En lenguaje coloquial, “sí cabría en cabeza humana”.

Volvamos a uno de los ejemplos anteriores: “Colón descubrió América en 1492” es una verdad empírica; es verdad pero podría perfectamente no haberlo sido. Isabel la Católica pudo no haber empeñado las joyas para ayudarlo como dice la leyenda, los barcos pudieron tardar más en la travesía al salir del astillero, o Colón podría haberse cansado de su proyecto y dedicarse a la navegación comercial… Como estas cosas no sucedieron, la expresión “Colón descubrió América en 1492” es verdadera, y no falsa. Pero es una verdad empírica, una verdad de experiencia. Veamos a continuación un ejemplo comparativo que creo que puede resultar bastante ilustrativo y bastante claro: es absolutamente verdadero y no puede dejar de serlo, que todo cuerpo ocupa una extensión en el espacio. Pero la verdad experimental de que allí hay una mesa, es absolutamente contingente. Bien podría no haber ninguna, o haber dos. “Todo cuerpo ocupa una extensión”, verdad necesaria; “Allí hay una mesa; verdad de experiencia”.

¿Por qué de la experiencia no se pueden obtener verdades necesarias? Porque de la experiencia obtenemos datos particulares concretos y finitos, y desde ellos, inductivamente, no podemos dar el salto a verdades absolutas y sin excepción con absoluta seguridad (aunque sí con cierta probabilidad). Veámoslo con un ejemplo: “todos los cisnes son blancos” es una verdad de experiencia; no es una verdad necesaria: es una verdad obtenida a partir de la experiencia, de percibir experimentalmente una serie de cisnes blancos, e inducir a partir de ahí que todos ellos sin excepción, los nacidos y por nacer, los que existieron y los que existirán, lo son. Nadie me dice que mañana no vaya a ver un cisne negro (como así fue cuando se exploró la isla de Tasmania). En esto consiste el problema de la inducción. La inducción sólo proporciona verdades contingentes de experiencia, no verdades necesarias. (Sobre la inducción, no obstante, volveremos a hablar, y mucho, en los temas siguientes).

Yo me inclino más bien por la postura de los racionalistas. En este sentido me parece muy interesante el enfoque dado por el lingüista Chomski, citado líneas atrás. Chomski defiende una versión moderna del racionalismo, aplicada al aprendizaje del lenguaje. Según él, han de existir unos contenidos y estructuras predeterminadas en la razón humana que permitan aprender el lenguaje (“universales lingüísticos” los llama él).

El aprendizaje del lenguaje no puede provenir de la experiencia únicamente, puesto que lo que un rapacín obtiene, experimentalmente, de escuchar hablar, no es sino una suma de palabras sueltas, tiempos verbales incompletos, y oraciones muy escasas. Sin embargo, a partir de tan poca cosa, construye la capacidad de hablar y entender infinitas posibles oraciones. Está claro, según el racionalismo, que el origen y fundamento del conocimiento humano descansa en nuestra propia razón. En los primeros años se activarían nuestras estructuras lingüísticas innatas para aprender el lenguaje. Más adelante, de adultos, al ya estar activadas y terminadas estas estructuras, si queremos adquirir otro lenguaje, lo debemos hacer empíricamente –y por eso nos cuesta tanto trabajo; seguro que habéis escuchado la suficiente cantidad de inglés como para romper a hablarlo, pero sin embargo ya no sucede lo que sucedió cuando tenías dos años de edad, porque esas estructuras mentales ahora están desactivadas, o se ocupan de otras cosas-. (No obstante, del papel que juega el lenguaje en el conocimiento humano, y de su relación con nuestras estructuras racionales y con la realidad que el propio lenguaje debe representar, hablaremos en el tema siguiente)

En cualquier caso, los dos puntos de vista tienen buenas razones y argumentos en su favor; por eso se trata de un verdadero problema filosófico.




SELECCIÓN TEXTOS AMBITO EPISTEMOLÓGICO PARA ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN Y SÍNTESIS BASES PARA LAS PRUEBAS SABER
Epistemológico: Se evalúan los grandes interrogantes en torno al conocimiento y las interpretaciones y respuestas que de éstos han dado los filósofos más destacados a través de la historia. Contempla las concepciones más significativas sobre la verdad, la razón, el origen y la esencia del conocimiento, y las relaciones entre pensamiento, lenguaje y mundo, entre otros aspectos. Así mismo, tiene en cuenta aspectos centrales del saber científico, como el problema del método, la verdad y la objetividad, así como las relaciones entre ciencia, técnica y sociedad.

EPISTEMOLOGÍA DE MODERNA

ASPECTOS GENERALES
*       Una de las principales diferencias entre el empirismo y el racionalismo radica en que el empirismo busca fundamentar el conocimiento en la experiencia sensible. Para esta concepción, lo determinante es la realidad externa al sujeto. En el planteamiento empirista el conocimiento adquirido debe ser fiel reflejo de la realidad, porque un conocimiento instintivo o innato no puede ser el fundamento del conocimiento científico.
*       El racionalismo y el empirismo son dos corrientes epistemológicas características de la época moderna. En el racionalismo prima la intuición racional sobre la intuición sensible, mientras que en el empirismo la intuición sensible es el principal fundamento del conocimiento. Se considera que una de las diferencias más importantes entre el racionalismo y el empirismo consiste en que, para los empíricos el conocimiento depende de la experiencia, fruto de los datos suministrados por los sentidos.
*       Frente al prominente peso que los empiristas otorgaban a los sentidos en el conocimiento del mundo, se opone la concepción racionalista que postula la razón como primordial en cuanto a la aprehensión del mundo. Aunque el racionalismo no descarta totalmente la existencia de sentidos y el empirismo no puede eliminar completamente el uso de la razón, son enfoques mutuamente excluyentes, porque las formas explicativas radicales del mundo son reductivas y dejan por fuera aspectos primordiales en el análisis.
*       Mientras que los racionalistas pensaban que una condición para el conocimiento es la existencia de unas ideas innatas, los empiristas afirmaban que la única condición para que existieran las ideas es la experiencia y la sensación. Así, se puede afirmar que tanto empiristas como racionalistas consideraban que los seres humanos se representan el mundo gracias a las ideas.
*       La tradición filosófica moderna, cuando define al hombre como animal racional, lo hace basándose en la creencia de que la razón es una facultad que le ha dado la naturaleza al ser humano, al igual que le dio sus manos o su cerebro. Sin embargo, es posible argumentar que la racionalidad no es una facultad natural sino una creación artificial del ser humano, ya que la tendencia natural del hombre consiste en distraerse para no tener que pensar.
*       Observe los siguientes diagramas:
Los diagramas anteriores representan dos formas de entender la relación entre las proposiciones sobre el mundo y las proposiciones verdaderas. De acuerdo con estos se deduce que en el diagrama 1 se dice que todas las proposiciones verdaderas son proposiciones sobre el mundo y en el diagrama 2 se dice que todas las proposiciones sobre el mundo son proposiciones verdaderas.
*       El escepticismo moderno, que desconoce la posibilidad absoluta del conocimiento, va generalmente acompañado del solipsismo que considera el yo individual y sus estados como único punto de partida legítimo de toda construcción filosófica del conocimiento. De acuerdo con lo anterior se puede deducir que en la modernidad 1. El problema epistemológico del conocimiento auténtico tiene una solución predominantemente escéptica. 2. El método del conocimiento genuino debe partir del yo individual y de sus particularidades.
*       Las corrientes epistemológicas racionalista y empirista se oponen entre sí; pero, donde quiera que haya antagonistas, siempre habrá quienes intenten mediar entre ellos. El intelectualismo es uno de esos intentos de mediación. Así, si el empirismo considera a la experiencia como fuente y base de todo conocimiento, y el racionalismo considera al pensamiento como fundamento del conocimiento, el intelectualismo sostiene que existen juicios lógicamente necesarios y universalmente validos derivados de la experiencia.
*       El apriorismo media epistemologicamente entre el racionalismo y el empirismo al considerar a la experiencia y al pensamiento como orígenes del conocimiento. Para esta corriente, el conocimiento presenta elementos a priori formales que reciben su contenido de la experiencia. De acuerdo con lo anterior, es un principio del apriorismo los conceptos sin las intuiciones están vacíos; las intuiciones sin los conceptos están ciegas.
*         El problema epistemológico sobre la naturaleza de la verdad encuentra una de sus posibles soluciones en la doctrina denominada teoría de la correspondencia, que concibe la verdad como relación concreta entre la proposición y su objeto. Se puede concluir que para esta teoría, la verdad es la identidad total entre el sujeto que conoce y el objeto conocido.


RENE DESCARTES
*       Para Descartes el error no sólo está en la intervención de la voluntad que lleva al entendimiento a juicios apresurados, sino está en los sentidos que pueden presentar una imagen falsa de la realidad. Por lo tanto, se podría pensar que Descartes propone un olvido total del hombre. Sin embargo, Descartes neutraliza esta lectura de su planteamiento al afirmar que el hombre debe suspender el asentimiento hasta que el entendimiento vea con claridad y distinción la idea que se le presenta.
*       Según Descartes el hombre tiene dos medios para diferenciar un conocimiento verdadero de un conocimiento falso. En primer lugar cuenta con el entendimiento donde sólo se conciben las cosas que se pueden afirmar o negar. En segundo lugar tiene la voluntad, pues ella es la facultad libre que tiene el hombre de juzgar o de elegir qué conocimiento es verdadero o falso. De lo anterior se deduce que el entendimiento y la voluntad participan en el acto de conocer en la medida en que estos elementos conducen al hombre a las certezas,  la posibilidad que tiene la voluntad de elegir lo verdadero de lo falso lleva al hombre a juzgar erróneamente un conocimiento.
*       Descartes se pregunta en las Meditaciones Metafísicas por el conocimiento de la realidad. Según él, es posible que los sentidos nos engañen y las creencias acerca del mundo sean falsas. Para explicar ésto, recurre al argumento del sueño: es posible imaginar que todas las creencias acerca del mundo sean producto de un sueño y como no se puede establecer una diferencia definitiva entre soñar y estar despierto, se debe concluir que las creencias acerca del mundo no son confiables porque las experiencias soñadas son similares a las experiencias en la vigilia. Según esto es un error fundamentar el conocimiento en la sensación y las creencias que se sustentan en los sentidos son falsas.
*       En el proceso de conocimiento seguido por Descartes, se encuentra que podemos estar engañados sobre lo que consideramos verdades, pues podría haber un geniecillo maligno que nos hiciera creer que las matemáticas son verdaderas y precisas sin que lo fueran. Por lo tanto, todo nuestro conocimiento y nuestra existencia perderían seguridad. Sin embargo, este obstáculo en el conocimiento lo podemos superar si siguiendo a Descartes planteamos la existencia del Yo como garantía de conocimiento.
*       Para llegar al plano de las verdades objetivas, Descartes afirma que es indispensable tomar una actitud radical frente a todo lo que se da por aceptado. La duda es el método por excelencia para llegar a un conocimiento verdadero y seguro. Una de las razones por las cuales Descartes piensa que la duda es un método seguro para alcanzar verdades claras y distintas es que dudando de todo se puede llegar a una verdad evidente, firme y definitiva que se resistiría a la duda.
*       El proyecto de Descartes se basa en la necesidad de crear un nuevo método que le permita alcanzar ideas claras y distintas con las que se pueda crear una nueva ciencia, rechazando cualquier conocimiento que dé lugar a la duda. De esta forma, busca establecer las bases firmes para el conocimiento humano. De lo anterior se deduce que el método consiste en buscar conocimientos verdaderos que permitan la construcción de una ciencia segura.
*       En sus Meditaciones Metafísicas, Descartes se enfrenta al problema de la duda generalizada sobre el conocimiento. Si es posible dudar de todo, es posible incluso dudar que se está pensando. Sin embargo, esto resulta contradictorio porque el mismo proceso de duda es un acto de pensamiento. Así, aunque los sentidos nos engañen y no podamos saber si lo que percibimos es la realidad, podemos tener la certeza indudable de que estamos pensando. A partir de lo anterior, Descartes pasa a probar la existencia del sujeto pensante, pues si hay pensamiento debe haber un sujeto que piense y no puede haber pensamiento sin sujeto. Por lo tanto, si pienso entonces existo. De esta forma el método de la duda permite encontrar los fundamentos del conocimiento.
*       Descartes en su búsqueda de la verdad considera necesario crear una moral provisional que le permita vivir en sociedad mientras sigue su camino reflexivo. De esta forma plantea desde el conocimiento, ciertas máximas para guiar su camino, la primera de las cuales muestra la necesidad de seguir las leyes y costumbres de su país, así como las creencias religiosas. De lo cual se deduce que Descartes desarrolla su método en lo concerniente al conocimiento antes que en lo concerniente a la acción.
*       Descartes afirma que en la construcción del conocimiento es necesario utilizar correctamente la razón, dejando de lado los sentidos, porque casi siempre se apartan de la realidad y conducen a equívocos. De acuerdo con este planteamiento se puede afirmar que los datos empíricos deben ser abolidos del proceso del conocimiento.
*       Según Descartes, existen dos formas fundamentales de existencia: la sustancia extensa, de carácter corpóreo, y la sustancia pensante, puramente espiritual. En el ser humano estas dos formas se manifiestan como dualismo entre el cuerpo y el alma. Este dualismo es sumamente problemático porque con base en el resulta muy difícil explicar como hace el alma incorpórea para relacionarse con los órganos sensoriales del cuerpo y de que modo el cuerpo reacciona ante los estímulos de una voluntad inmaterial.
*         Según Descartes el hombre tiene dos medios para diferenciar un conocimiento verdadero de un conocimiento falso. En primer lugar cuenta con el entendimiento donde sólo se conciben las cosas que se pueden afirmar o negar. En segundo lugar tiene la voluntad, pues ella es la facultad libre que tiene el hombre de juzgar o de elegir qué conocimiento es verdadero o falso. De lo anterior se deduce que la posibilidad que tiene la voluntad de elegir lo verdadero de lo falso lleva al hombre a juzgar erróneamente un conocimiento y entendimiento y la voluntad participan en el acto de conocer en la medida en que estos elementos conducen al hombre a las certezas.


BLAISE PASCAL
*       Escribe Pascal: .Dado que no podemos ser universales y saber todo lo que es posible saber sobre todo, es preciso saber un poco de todo. Porque es mucho mejor saber algo de todo que saberlo todo acerca de una cosa; esta universalidad es lo mejor. Si pudiéramos tener ambas cosas sería aún mejor; pero al tener que escoger, hay que escoger aquélla.. De acuerdo con esto, el hombre tiene que escoger como forma de conocimiento aquella que le permita conocer muchos temas aunque no logre profundizar en ninguno. Tal actitud es muy aconsejable, porque si un hombre profundiza demasiado en un único tema y descuida los demás puede caer en el error de creer que el suyo es el único tema importante que existe en el mundo y corre el peligro de convertirse en un especialista incapaz de orientarse en otros temas diferentes.

GOTTFRIED LEIBNIZ
*       Para Leibniz, es necesario distinguir entre verdades de hecho y verdades de razón. Estas últimas son llamadas también verdades necesarias, pues son proposiciones evidentes por sí mismas o que pueden ser reducidas a otras que lo son. De esta forma, si conocemos el significado de una proposición de este tipo, inmediatamente sabemos que su contradicción no puede ser verdadera. Por otro lado, las verdades de hecho no son necesarias y su contrario puede ser pensado, pues no descansan en el principio de contradicción, sino que son hipotéticas. De esta forma se puede decir que la diferencia entre verdades de razón y verdades de hecho es inexistente y es fundamental separar las verdades de hecho de las de razón para poderse conducir en el conocimiento.

JOHN LOCKE
*       Para los empiristas modernos como John Locke, la mente es como una hoja en blanco sobre la cual se escriben y organizan los datos provenientes de la experiencia sensible. La organización de estos datos resulta posible gracias a la existencia de ciertas leyes que permiten asociar las ideas más simples para formar ideas más complejas. Por lo tanto, para estos empiristas el conocimiento es un trabajo conjunto entre experiencia y reflexión.
*       Locke, al considerar que la mente humana nace como una página en blanco, permitió que la educación se convirtiera en el medio por excelencia para hacer progresar a la sociedad, pues según el empirismo, la razón podría perfeccionarse indefinidamente no sólo en el individuo sino en toda la humanidad. De acuerdo con esto se concluye que el empirismo influyó necesariamente en los modelos académicos de la época permitiendo el progreso educacional.

ENMANUEL KANT
*       Frente a la oposición entre la razón y los sentidos como fundamento del conocimiento planteada entre racionalistas y empiristas respectivamente, Kant realiza una nueva lectura en función de los elementos presentes en la cognición cuando dice .sólo conocemos de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas.. De esta manera supera dicha disputa al  invertir la forma de concebir el problema del conocimiento.
*       Para Kant, al conocimiento a priori independiente de la experiencia se le opone el empírico o aposteriori, como un conocimiento menor en la medida en que no es universal ni necesario. Cuando pregunta sobre cuál es el alcance del conocimiento a priori, distingue los juicios sintéticos de los analíticos. Su genialidad se evidencia al postular los juicios sintéticos a priori mediante los cuales puede construirse una verdadera ciencia. De esta manera supera la tensión entre racionalismo y empirismo cuando afirma que 1. Todo lo que sucede posee una causa y todas las proposiciones matemáticas son juicios sintéticos a priori. 2. Todas las proposiciones matemáticas son juicios sintéticos a priori.
*       Frente a las dos corrientes filosóficas preponderantes en la época moderna, el racionalismo y el empirismo, las cuales sostenían por un lado, que el conocimiento tenía su base exclusivamente en la razón, sin contar para nada con la experiencia y por otro lado, que el conocimiento dependía esencialmente de los sentidos, pues lo que está en la razón primero ha pasado por los sentidos, Kant afirma que en el conocimiento juegan un papel importante tanto la razón como la experiencia, puesto que la materia sólo se convierte en objeto cuando el hombre se relaciona con ella y la materia por sí misma responde las preguntas que el hombre le plantea.
*       Según Kant, la relación que se da entre el entendimiento y la sensación permite hablar de conocimiento, pues ambos contribuyen de manera específica en la construcción del mismo. Ahora bien, es precisamente a partir de esta relación que Kant aclara que no se puede conocer más que el fenómeno, ya que el nóumeno o cosa en sí es incognoscible para nosotros, porque por medio de nuestra intuición sensible, sólo tenemos acceso a las apariencias y el conocimiento científico depende exclusivamente de la intuición sensible.
*       Para Kant, la tarea fundamental de la filosofía del conocimiento consiste en establecer los limites dentro de los cuales puede trabajar la razón pura sin extraviarse en vanas especulaciones sobre lo incognoscible. Este punto de vista kantiano es de naturaleza netamente critica porque obliga a la metafísica a renunciar a su deseo de alcanzar saber absoluto.
*       Kant realiza una dialéctica del juicio estético en la cual se puede encontrar la siguiente antinomia: Tesis: el juicio de gusto no se basa en conceptos, pues si fuera así admitiría discusión y sería determinable por pruebas y demostración. Antítesis: el juicio de gusto se basa en conceptos, porque de lo contrario no se podría discutir sobre él. Sin embargo, el autor resuelve esto al mostrar que el término concepto es utilizado en distintos sentidos en la tesis y en la antítesis y por lo tanto, estas no son contradictorias.
*        
ACTIVIDADES A DESARROLLAR

1. Lea y resuma la guía de contenido a través de mapas conceptuales, esquemas o cuadros indagando (consultando) extra clase y preguntando las dudas que surjan sobre las temáticas generales aquí expuestas al profesor preferiblemente en clase. Referencia para videos, consulta, diccionarios, etc.  página web: Pensamiento y acción filosófica.
2. Elabore una síntesis de lo que piensan cada uno de los filósofos sobre el conocimiento en la modernidad según textos seleccionados, consultas y documentos de la guía.
3. Prepárese para sustentación individual o grupal a través de conversatorios de todos los contenidos vistos.
4. Presente la prueba saber de finalización del periodo.




[1] La ciencia de las cosas suprasensibles es precisamente la metafísica (met£ sobre fusik£ cosa física).
 

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