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Antropología
Carol Ember, Melvin Ember y Peter Peregrine
España: Pearson Educación S.A. 2004
Capítulo 1
¿Qué es la Antropología?
La Antropología, por definición, es una disciplina de infinita curiosidad acerca de los seres humanos. La palabra Antropología procede del griego anthropos que significa «hombre, humano» y logos, «estudio». Los antropólogos buscan respuestas para una enorme variedad de preguntas sobre los seres humanos.
Están interesados en descubrir cuándo, dónde y por qué aparecieron los seres humanos sobre la Tierra, cómo y por qué han cambiado desde entonces, y cómo y por qué las poblaciones humanas actuales varían en ciertos rasgos físicos. Los antropólogos también están interesados en saber cómo y por qué las poblaciones humanas en el pasado y en el presente han cambiado en sus costumbres y prácticas. La Antropología también tiene su lado práctico; así, la Antropología práctica y aplicada pone los métodos antropológicos, la información y los resultados obtenidos al servicio de la resolución de problemas prácticos.
Pero definir la Antropología como el estudio de los seres humanos no es completo, ya que tal definición supondría adaptar a ella una larga lista de disciplinas tales como la Sociología, Psicología, Ciencias políticas, Economía, Historia, Biología humana, y quizá hasta las disciplinas humanísticas de Filosofía y Literatura. No es preciso decir que los expertos en estas disciplinas relacionadas con los seres humanos no estarían muy contentos si consideráramos su trabajo como una rama secundaria de la Antropología. Después de todo, dichas disciplinas existían mucho antes que la Antropología, y cada una de ellas tiene aspectos particulares y distintivos. Por lo tanto, hay que analizar qué es lo característico de la Antropología, buscar una razón para explicar por qué se ha desarrollado como una disciplina autónoma y por qué ha conseguido una identidad propia en los últimos cien años.
El ámbito de la Antropología
Los antropólogos, generalmente, están considerados como unos individuos que viajan a rincones poco conocidos del mundo para estudiar a gentes exóticas o excavar en lo profundo de la tierra con el fin de descubrir fósiles o herramientas y cerámica de individuos que vivieron hace mucho tiempo. Estas visiones, aunque claramente estereotipadas, indican cómo la antropología se diferencia de otras disciplinas relacionadas con los seres humanos. La Antropología es amplia en perspectivas, a, y está relacionada explícita y directamente con todo tipo de gentes de todo el mundo, y no sólo con las que están situadas más próximamente o en un área limitada. También está interesada en los pueblos de todos los períodos históricos, empezando por los primeros antepasados de los seres humanos que vivieron hace unos pocos millones de años, trazando el desarrollo de los seres humanos desde entonces hasta el presente. Cualquier parte del mundo que haya tenido alguna vez población humana es de interés para los antropólogos.
Pero los antropólogos no siempre han sido globales y comprensivos en sus conclusiones como lo son en la actualidad. Tradicionalmente estaban dedicados a estudiar culturas diferentes a las de Occidente, dejando el estudio de estas civilizaciones y sus referencias históricas, lo mismo que el de otras sociedades más complejas, a otras disciplinas. Sin embargo, en los últimos años, esta división de trabajo entre las disciplinas ha comenzado a desaparecer, y ahora los antropólogos trabajan tanto en sus propias sociedades como en otras tan complejas como las suyas.
¿Qué es lo que induce al antropólogo a escoger el sujeto de su estudio? En parte está motivado por la creencia de que toda generalización sobre los seres humanos y la explicación de alguna de las características de la Biología o de la cultura humana, se podría aplicar a muchas épocas y lugares de la existencia humana. Si una generalización o explicación no es ampliamente aplicable, estamos obligados a desecharla. La actitud escéptica, en ausencia de una evidencia persuasiva, es nuestra mejor protección contra la aceptación de ideas inválidas sobre los seres humanos.
Por ejemplo, cuando los educadores americanos descubrieron en los años sesenta que los escolares afroamericanos raramente bebían leche, supusieron que la causa era la falta de dinero o de educación. Pero la evidencia demostró a los antropólogos una explicación bien diferente. Los antropólogos habían descubierto años antes que en muchas partes del mundo donde se cuidaban animales en período de lactancia, la gente no solía beber leche fresca y, en vez de ello, la agriaban antes de bebería o la convertían en queso. El porqué hacían eso no estaba claro, pero es sabido que muchas personas carecen de una enzima, la lactasa, que es necesaria para descomponer la lactosa, un azúcar de la leche. Cuando esas personas beben leche de forma regular, ésta interfiere con la digestión. En estos casos, no sólo no se digiere la lactosa de la leche, sino otros nutrientes; en muchos casos beber leche puede causar, en estas personas, dolores de estómago, diarrea y náuseas. Ciertos estudios demostraron que la intolerancia a la leche se encuentra en muchas partes del mundo, siendo una situación común entre adultos de Asia, sur de Europa, árabes y judíos, África occidental, los inuit (esquimales), indios del norte y sur de América y entre los afroamericanos. Como los antropólogos están informados sobre la vida humana de una enorme variedad de asentamientos históricos y geográficos, son capaces de corregir creencias equivocadas sobre los diferentes grupos humanos.
Aproximación holística
Además de la visión general e histórica de la Antropología, otra perspectiva de la disciplina es la aproximación holística o estudio de las múltiples facetas de los seres humanos.
Los antropólogos no sólo estudian todas las variedades de individuos sino también muchos aspectos de la experiencia humana. Por ejemplo, cuando un antropólogo describe un grupo de personas, debe comentar también la historia del área en donde esas personas viven, su medio ambiente físico, la organización de la vida familiar, las características generales de su lenguaje, los patrones de asentamiento del grupo, el sistema político y económico, la religión y las formas artísticas y de vestir.
En el pasado, los antropólogos individuales trataron de ser más generales y de cubrir muchos aspectos. Hoy, lo mismo que en otras disciplinas, se ha acumulado tanta información que los antropólogos tienden a especializarse en un área localizada. Así, un antropólogo puede investigar las características físicas de alguno de nuestros ancestros prehistóricos, otro puede investigar los efectos biológicos sobre el medio ambiente de determinada población humana a lo largo el tiempo; e incluso otro, puede concentrarse en las costumbres de determinado grupo particular de personas. Sin embargo, a pesar de esta especialización, la disciplina de la Antropología mantiene su orientación general (holística) en sus muy diferentes especialidades y, tomándolas en conjunto, describe muchos aspectos de la existencia humana, tanto del pasado como del presente.
Curiosidad antropológica
Hasta ahora hemos descrito la Antropología como una entidad amplia de miras, geográfica e históricamente, y más holística en su enfoque que otras disciplinas que atañen a los seres humanos. Pero, de nuevo, esta afirmación implica que la Antropología incluye todo lo relacionado con las ciencias humanas. Entonces ¿en qué se diferencia realmente la Antropología de las otras disciplinas? Sugerimos que la diferencia de la Antropología radica, principalmente, en el tipo de curiosidad que despierta.
Los antropólogos están relacionados con muchos tipos de preguntas: ¿dónde, cuándo y qué personas fueron las que empezaron a vivir en ciudades? ¿Por qué unas personas tienen el color de la piel más oscuro que otras? ¿Por qué unos idiomas tienen más términos para la palabra color que otros? ¿Por qué las mujeres tienen más poder político en unas sociedades que en otras? ¿Qué hace que las poblaciones difieran en su aceptación del control de la natalidad? Aunque estas cuestiones muestren aspectos muy diferentes de la existencia humana, tienen, al menos, una cosa en común: todas tratan de características típicas(costumbres, tradiciones) de poblaciones particulares. La característica típica de un pueblo puede ser su piel relativamente oscura o su lengua con muchos términos para el color, o la participación de la mujer en la política, o la aceptación del control de la natalidad. Todo lo relacionado con las características típicas de poblaciones es, quizá, el rasgo más característico de la Antropología. Por ejemplo, mientras los economistas escogen un sistema monetario para conocer cómo funciona, los antropólogos se preguntan por qué sólo algunas sociedades usaron dinero en los últimos siglos. Resumiendo, los antropólogos tienen curiosidad por conocer las características típicas de las poblaciones humanas, el cómo y el porqué tales poblaciones y sus características han variado a lo largo de la historia.
Campos de la Antropología
Los antropólogos centran sus trabajos sobre diferentes características típicas de
las sociedades. Otros se centran preferentemente en las características físicas o
biológicas de las poblaciones humanas; otros se interesan principalmente en lo que
denominamos características culturales. De aquí que surjan dos amplias
clasificaciones de acuerdo con el sujeto estudiado en Antropología: Antropología
biológica o Bioantropología (física) y Antropología cultural.
La Bioantropología es
uno de los campos más extensos de la Antropología. La Antropología cultural se
divide en tres grandes subapartados: Arqueología, Lingüística y Etnología.
Etnología es el estudio de culturas recientes; actualmente se denomina también
Antropología cultural y Antropología Social (véase Figura 1.1). Además de estos
cuatro campos, existe un quinto que es la Antropología práctica o aplicada.
BIOANTROPOLOGÍA
La Bioantropología se enfrenta a las respuestas de dos preguntas diferentes. La primera incluye
cuestiones relativas
Pasado reciente y presente
Pasado
__ Antropología cultural Antropología biológica
Figura 1
Las subdivisiones de la antropología
Las cuatro mayores subdisciplinas de la antropología se pueden clasificar de
acuerdo al sujeto tratado (biológico o cultural) y de acuerdo al período de que se trate
(pasado remoto, pasado reciente y presente). Existen aplicaciones de la Antropología
en cada una de las cuatro subdisciplinas.
A la aparición de los seres humanos y su posterior evolución (este enfoque se
denomina Paleontología humana o Paleoantropología). La segunda se pregunta
sobre cómo y cuándo variaron biológicamente las poblaciones humanas
contemporáneas (este enfoque se denomina variabilidad humana).
Para reconstruir la evolución, los paleoantropólogos (paleontólogos humanos)
investigan en cada uno de sus estudios los restos enterrados o las impresiones
dejadas (conocidos como fósiles), tanto de los seres humanos, como de los
prehumanos y otros animales relacionados con ellos. Los paleontólogos que
trabajaban en África oriental, por ejemplo, han excavado fósiles de seres de aspecto
humano que vivieron hace más de tres millones de años. Estos hallazgos han
apuntado las fechas aproximadas en las que nuestros predecesores empezaron a
caminar sobre sus dos piernas, cuándo desarrollaron las manos flexibles y cuándo
aumentó el tamaño de su cerebro.
Para describir las relaciones evolucionistas, los paleoantropólogos se valen,
además de los descubrimientos fósiles, de la información geológica que describe las
evoluciones climáticas, medioambientales y de las poblaciones vegetales y animales.
Sobre todo, al reconstruir el pasado de los seres humanos, los paleontólogos
están muy interesados en la conducta y la evolución de los mamíferos más
relacionados con nosotros: los Prosimü y los Anthropoidea que, al igual que nosotros,
son miembros del orden de los primates. Los antropólogos, psicólogos y biólogos
especializados en el estudio de los primates se denominan primatólogos. Las
especies de primates se estudian tanto en la vida salvaje como en el laboratorio.
Los chimpancés, especialmente, son objeto de estudio ya que poseen un estrecho
parecido con los seres humanos, tanto en su conducta como en su apariencia
biológica, tienen además grupos sanguíneos similares y padecen muchas de
nuestras enfermedades. Actualmente sabemos que el chimpancé comparte con
nosotros el 99 por ciento de sus genes.
A partir de estudios sobre primates, los bioantropólo-gos tratan de descubrir las
características que son distintivas de los seres humanos y opuestas a aquellas que
siguen siendo comunes con la herencia genética de los primates. Con esta
información podrán conocer cuáles fueron nuestros antepasados prehistóricos. Los
datos obtenidos a partir de los estudios sobre primates se comparan con los
hallazgos fósiles, es decir, la evidencia encontrada en las excavaciones de los
estratos del suelo es similar a las observaciones científicas efectuadas sobre nuestros
parientes próximos. Resumiendo, con los hallazgos efectuados por los
bioantropólogos junto a las informaciones procedentes de estudios de diferentes
áreas, se elaboran las teorías que tratan de explicarse comparando un tipo de
evidencias con otras. De esta forma, la Paleontología humana asocia una serie de
disciplinas, tales como la Geología, la Paleontología general de vertebrados
(particularmente de primates), la Anatomía comparada y el estudio comparado del
comportamiento de los primates.
El segundo enfoque de la Bioantropología, el estudio de la evolución humana,
investiga cómo y por qué difiere la población contemporánea humana en sus
características biológicas o físicas. Todas las personas pertenecen a una única
especie, Homo sapiens sapiens, aunque hay muchas variaciones entre los distintos
grupos de población. Los investigadores de la variabilidad humana se hacen
preguntas tales como: ¿por qué unas personas son más altas que otras?, ¿cómo
se adaptó físicamente la población humana a sus condiciones ambientales?, ¿están
algunas poblaciones como los inuit mejor preparadas que otras para soportar el
frío?, ¿ofrece la pigmentación más oscura de la piel mayor resistencia a la
insolación tropical?
Para comprender mejor las variaciones biológicas observables entre las
poblaciones humanas contemporáneas, los bioantropólogos usan los principios,
conceptos y técnicas de, al menos, otras tres disciplinas: Genética humana (el
estudio de los caracteres humanos que son heredables), Biología de poblaciones
(el estudio de los efectos ambientales sobre el ser humano, sus interacciones y
características de las poblaciones) y Epidemiología (el estudio de cómo y por qué
afectan las enfermedades a diferentes poblaciones de diversas formas). No obstante,
las investigaciones efectuadas sobre las variaciones se superponen a las
investigaciones realizadas en otros campos. Los antropobiólogos, sin embargo,
están estrechamente relacionados en lo referente a las poblaciones humanas y su
variabilidad biológica.
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ANTROPOLOGÍA CULTURAL
La antropología cultural se interesa en cómo varían las poblaciones o sociedades
en sus características culturales. Pero ¿qué es «cultura»? Puesto que el concepto de
cultura es fundamental para la antropología cultural, le dedicaremos todo un
capítulo. Para un antropólogo, el término cultura se refiere a las formas habituales de
pensamiento y actuación de una determinada población o sociedad. La cultura de
un grupo social incluye muchas cosas diferentes: su lengua, creencias religiosas,
preferencias alimentarias, música, hábitos de trabajo, roles de género, educación de
los hijos, construcción de casas y otras muchas formas de actuación e ideas que
poseen de forma habitual en ese grupo de población. Existen tres ramas principales
de la Antropología cultural, que son la Arqueología (el estudio de culturas pasadas,
sobre todo a partir de los restos materiales que han quedado de ellas), Lingüística
antropológica (el estudio antropológico de las lenguas) y Etnología (estudio de las
culturas existentes o recientes). Nos referiremos a cada una de ellas.
ARQUEOLOGÍA. Los arqueólogos no sólo reconstruyen la vida cotidiana y las
costumbres de las gentes que vivieron en el pasado sino que también estudian los
cambios culturales y ofrecen posibles explicaciones sobre esos cambios. Esta
disciplina es parecida a la de los historiadores, pero la Arqueología va mucho más
lejos en el tiempo. Los historiadores tratan solamente de las sociedades que han
dejado restos escritos, lo que les hace contemplar sólo un pasado de,
aproximadamente, los últimos 5.000 años de la historia de la humanidad. Pero las
sociedades humanas han existido desde hace, al menos, un millón de años, de los
que sólo una pequeña proporción de años, 5.000, han dejado restos escritos. Para
estudiar estas sociedades que dejaron restos escritos están los historiadores. Al
faltarles restos escritos que estudiar, los arqueólogos tienen que tratar de
reconstruir la historia del resto de las culturas, algunas de las cuales pueden ser
tan grandes como la cultura maya, muestras de la cual son los grandes templos
descubiertos en Chichén Itzá (en Yucatán, México). Pero con mayor frecuencia los
restos con los que se encuentran son pedazos de cerámica rota, herramientas de
piedra y montones de desperdicios.
Muchos de los arqueólogos trabajan sobre la Prehistoria, el tiempo anterior a los
restos escritos. Pero existe una especialidad dentro de la Arqueología que es la Arqueología
histórica o Historia Antigua, que estudia los restos hallados de pueblos
recientes que, además, dejaron datos escritos. Esta especialidad, como su nombre
indica, utiliza los métodos de arqueólogos e historiadores para estudiar las
sociedades recientes, ya sea aplicando la información histórica o la arqueológica.
Para tratar de comprender el cómo y el porqué de los cambios de la vida a través
del tiempo en las diferentes partes del mundo, los arqueólogos recogen los
materiales procedentes de los lugares de ocupación humana. Generalmente estos
sitios han de desenterrarse previamente. Basándose en los restos que se han
excavado o recogido de cualquier otra forma, se plantean varias cuestiones:
¿dónde, cuándo y por qué emergieron por primera vez las herramientas con
características típicamente humanas?, ¿dónde, cuándo y por qué se utilizó por
prácticas. La Antropología también tiene su lado práctico; así, la Antropología
comenzó a vivir en ciudades?
Para completar los datos necesarios, de acuerdo con la respuesta a esas y a otras
preguntas, los arqueólogos recurren a técnicas y hallazgos confirmados por otras
disciplinas, como los conocimientos antropológicos, tanto de recientes como de
pasadas culturas. Por ejemplo, para saber dónde excavar para encontrar evidencias
de herramientas primitivas, los arqueólogos estudian la geología de la zona que les
dirá en qué lugares con ocupación humana primitiva probablemente encuentren
restos, según la erosión o las elevaciones del terreno, cerca de la superficie. Para
conocer dónde surgió la agricultura por primera vez, los arqueólogos datan los
materiales excavados por medio de técnicas desarrolladas por los químicos. Y para
tratar de comprender en qué lugar emergieron las primeras ciudades, los
arqueólogos utilizan la información proporcionada por historiadores, geógrafos y
otros especialistas, obteniendo datos sobre cómo ciudades recientes y
contemporáneas están relacionadas económica y políticamente con sus propios
restos de culturas anteriores. Si podemos descubrir qué es lo que tienen en común
las ciudades recientes y contemporáneas, podremos especular sobre la forma en que
se desarrollaron las primeras ciudades. Así utilizan los arqueólogos la información del
presente y del pasado reciente para tratar de comprender el pasado lejano.
ANTROPOLOGÍA LINGÜÍSTICA. La Antropología lingüística es otra de las ramas de
la Antropología cultural. La lingüística, o estudio de las lenguas, es una disciplina más
antigua que la propia Antropología, aunque los primeros lingüistas se concentraban
en el estudio de las lenguas que han dejado testimonios escritos desde hace
mucho tiempo (como el inglés, del que hay referencias escritas de hace casi mil anos).
Los antropólogos lingüistas comenzaron a dedicarse al estudio de lenguas que no
habían comenzado a escribirse todavía, lo que significa que estos antropólogos no
podían consultar ni un diccionario ni una gramática que les ayudase a comprender
una lengua. En su lugar, tenían que elaborar primero un diccionario o gramática
como herramienta para aprenderla. De esta forma estarían en disposición de estudiar
la estructura e historia de esa lengua.
Igual que los bioantropólogos, los lingüistas estudian los cambios que se han
producido a lo largo del tiempo, lo mismo que las variaciones contemporáneas.
Algunos antropólogos lingüistas estudian la aparición del lenguaje y también la
divergencia de lenguas a lo largo de miles de años. El estudio del cambio de las
lenguas a lo largo del tiempo se denomina Lingüística histórica. Los antropólogos
lingüistas también se interesan por la forma en que difieren las lenguas
contemporáneas y, especialmente, en su construcción. Este enfoque de la lingüística
se llama generalmente Lingüística estructural o descriptiva. El estudio de cómo se
utiliza el lenguaje en el contexto social se llama Sociolingüística.
En contraste con los paleoantropólogos y arqueólogos, que tienen evidencias
físicas para ayudarles a reconstruir los cambios en el tiempo, los lingüistas históricos
sólo utilizan las lenguas, y generalmente sin textos escritos (recordemos que la
escritura apareció hace solamente unos 5.000 años y la mayoría de las lenguas
todavía no la conocían). Pero un idioma no escrito se ha de escuchar para poder ser
estudiado y, por tanto, no es fácil hacer estos estudios si quienes lo hablaron han
muerto en su totalidad. Los lingüistas también están interesados en reconstruir la
historia de los idiomas antiguos no escritos, comparándolos con los idiomas recientes.
Basándose en estas comparaciones, establecen los tipos de cambios que puedan
haber ocurrido en el pasado y en el presente. La Lingüística histórica se plantea
cuestiones como las siguientes: ¿pueden proceder dos o más idiomas
contemporáneos de una lengua ancestral común? Si están relacionados, ¿cuándo
comenzaron a diferenciarse entre sí?
Contrariamente a la Lingüística histórica, la descriptiva (o estructural) está
relacionada con los descubrimientos y principios que determinan la forma en la que
los sonidos y las palabras se unen para hablar. Por ejemplo, una descripción
estructural de un idioma en particular ha de contarnos cómo pueden ser
intercambiables los sonidos de t y k en una palabra sin producir diferencias en su
significado. En la Samoa americana, uno puede decir Tutuila o Kukuila, nombre de la
mayor de las islas, y todo el mundo, quizá con la excepción de los antropólogos
recién llegados, entendería que se está mencionando la misma isla.
Los sociolingüistas están interesados en los aspectos sociales de las lenguas,
incluyendo de qué habla la gente y cómo interactúa conversacionalmente, las
actitudes hacia el que habla otro idioma o dialecto, y la forma en que la gente habla
de manera distinta según los diferentes contextos. Por ejemplo, en inglés, no nos
dirigimos de la misma forma a dos personas de diferente contexto. «He, Sandy»,
puede ser la forma acostumbrada en la que alguien saluda a un amigo, pero estaría
mal llamar a un doctor por su nombre; en vez de esto se acostumbra a saludar
diciendo, «Buenos días, Dr. Brown». Tales variaciones en la lengua, que están
determinadas por el estatus social de las personas a las que uno se dirige, también
son estudiadas por los sociolingüistas.
ETNOLOGÍA. La Etnología estudia cómo y por qué los pueblos de hoy día y del
pasado reciente difieren en sus maneras habituales de pensar y de actuar. La Etnología
-llamada actualmente antropología social o cultural- está relacionada con
patrones de pensamiento y de conducta, tales como las costumbres
matrimoniales, organización familiar, sistemas políticos y económicos, religión,
folclore, música, etc., y con la forma en que estos patrones difieren en las
sociedades contemporáneas. Los etnólogos también estudian las dinámicas
culturales, esto es, la forma en la que varias culturas se desarrollan y cambian.
Adicionalmente están interesados en las relaciones existentes entre creencias y
prácticas dentro de la misma cultura. De esta forma, el campo de la Etnología es en
gran medida el mismo de la Arqueología. Pero los etnólogos generalmente utilizan
datos recogidos por medio de observaciones y de entrevistas con poblaciones vivas.
Los arqueólogos, por el contrario, trabajan con los restos fragmentarios de pasadas
culturas sobre la base de que solamente pueden hacer deducciones sobre temas
relacionados con poblaciones prehistóricas.
Hay un tipo de etnólogos, el etnógrafo, que generalmente dedica un tiempo,
alrededor de un año, viviendo, hablando y observando a las personas que estudia.
Esta especialidad proporciona datos suficientes para poder efectuar descripciones
detalladas (Etnografía) de muchos de los aspectos de las costumbres y formas de
pensar de esos grupos. Los etnógrafos no sólo tratan de describir los patrones
generales de su forma de vivir, sino que también tienen respuestas para preguntas
del tipo de: ¿cómo son las conductas económicas y políticas de las gentes que han
descrito?, ¿de qué forma se han adaptado estas personas a las condiciones
ambientales?, ¿existe alguna relación entre las creencias sobre temas sobrenaturales
y las creencias o prácticas relacionadas con el mundo natural? En otras palabras,
los etnógrafos estudian las formas de vida de un grupo particular de personas y
sugieren explicaciones sobre algunas de las observaciones realizadas.
Como muchas culturas han experimentado cambios en el pasado reciente, es
preciso que otro grupo de etnólogos, los etnohistoriadores, aporten sus estudios
sobre la forma en que un grupo particular de gente ha cambiado en el tiempo. Este
tipo de etnólogos estudia documentos escritos (aunque no hayan sido redactados
por antropólogos). Pueden dedicar muchos años a estudiar documentos, como la
contabilidad de una misión, descripciones de exploradores o comerciantes,
documentos gubernamentales, etc., para tratar de establecer los cambios culturales
que se hayan producido. A diferencia de los etnógrafos, que basan sus estudios
principalmente en sus propias observaciones, los etnohistoriadores realizan sus
estudios basándose en las observaciones de otros. A menudo, tienen que juntar
datos dispersos dándoles unidad, incluso con datos aparentemente contradictorios.
Como vemos, la investigación de los etnohistoriadores es muy semejante a la que
efectúan los historiadores, excepto por el hecho de que los etnohistoriadores tratan
de reconstruir la historia de unas gentes que no han dejado documentos escritos de
ellos mismos. Los etnohistoriadores tratan de reconstruir la historia reciente de un
pueblo, y pueden apuntar la causa de algunos cambios que han tenido lugar en su
forma de vida.
Con los datos recogidos y analizados por etnógrafos y etnohistoriadores, se
efectúa el trabajo de un tercer tipo de etnólogos, los investigadores transculturales.
Este tipo de estudiosos está interesado en descubrir la forma en que ciertas
características culturales se pueden encontrar en unas sociedades pero no en otras.
Por ejemplo, por qué algunas sociedades tienen estratificación social (clases y
castas) en tanto que otras poseen sistemas más igualitarios, por qué algunas
religiones tienen un ser superior o dios supremo, o por qué algunas sociedades tienen
familias muy amplias y numerosas. Para obtener respuestas a sus preguntas,
los investigadores transculturales usan datos procedentes de muestras de otras
culturas para tratar de llegar a conclusiones generales sobre la variabilidad cultural.
Los arqueólogos pueden encontrar muy útiles estos datos para efectuar deducciones
sobre el pasado, especialmente si encuentran indicadores materiales de la
variabilidad cultural.
Como los etnólogos pueden estar interesados en muchos aspectos de las
costumbres -desde la conducta biológica hasta la conducta política e incluso el
arte, la música y la religión- la etnología coincide también con otras muchas
disciplinas que tratan sobre aspectos particulares de la vida humana, como la
Sociología, Psicología, Economía, Ciencia Política, Arte, Música y Religiones
Comparadas. Pero el rasgo distintivo de la Antropología es su interés en la forma en
que todos estos aspectos de la existencia humana varían de una sociedad a otra en
todos los períodos históricos y en todas las partes del mundo.
Antropología aplicada
Todos los conocimientos, para ser útiles, tienen que verterse al exterior. En las
ciencias físicas y biológicas se entiende perfectamente el gran esfuerzo realizado
para que los descubrimientos tecnológicos, como el ajuste del ADN, el acoplamiento
de las naves espaciales en el espacio exterior y el desarrollo de los minúsculos
microchips de los computadores, se haya realizado basándose en una enorme
cantidad de investigaciones básicas que han permitido descubrir las leyes de la
naturaleza en los campos de la Física y la Biología. Si no hubiéramos comprendido
los principios fundamentales no hubiera sido posible ninguno de los hallazgos
tecnológicos de los que estamos tan orgullosos. Los investigadores, a menudo, se
dejan llevar simplemente por la curiosidad, sin imaginar los límites a los que les
pueden llevar sus descubrimientos; esta investigación elemental se denomina
investigación básica. Esto mismo ocurre también en las Ciencias Sociales. Si un
investigador descubre que las sociedades que practican deportes combativos
tienden a tener más guerras, puede estimular a otros para que investiguen las
relaciones entre un tipo de agresión u otro. El conocimiento adquirido puede llevar
a comprender las formas por las que se puedan corregir verdaderos problemas sociales
como la violencia familiar y la guerra.
Mientras que los investigadores básicos pueden ayudar a resolver problemas
prácticos, la investigación aplicada es más explícita en sus fines prácticos.
Actualmente, alrededor de la mitad de los antropólogos se dedica a la Antropología
aplicada o práctica. Esta disciplina es explícita en lo que se refiere a los métodos
para obtener utilidad del conocimiento antropológico. Los antropólogos prácticos
pueden estar especializados en cualquiera de las subespecialidades de la
antropología. En contraste con los investigadores básicos, que suelen estar empleados
en colegios, universidades y museos, los antropólogos prácticos lo están fuera
de la docencia, incluyendo a las agencias gubernamentales, agencias privadas
internacionales para el desarrollo, firmas consultoras comerciales
privadas, organizaciones públicas sanitarias, colegios médicos, oficinas
jurídicas, agencias para el desarrollo comunitario y fundaciones caritativas.
Los bioantropólogos pueden ser consultados para dar un informe forense pericial
en un juicio, o pueden trabajar en salud pública o diseñar trajes y equipamientos
adecuados para la anatomía humana. Los arqueólogos pueden estar relacionados
con el cuidado y la exhibición de artefactos para los museos o contratados para
descubrir y preservar yacimientos que puedan dañarse con las construcciones de
edificios o excavaciones. Los lingüistas pueden trabajar en programas de
entrenamiento de educación bilingüe o en trabajos para mejorar las formas de
comunicación. Los etnólogos pueden trabajar en una amplia variedad de proyectos
que pueden ser campañas de desarrollo de comunidades, planificación urbana, cuidados
sanitarios, asesoramiento agrícola para organizaciones de entrenamiento y
asesoramiento sobre el impacto causado por los cambios de programas sobre la
vida de las personas. Posteriormente, en la sección dedicada a los «usos de la
Antropología», comentaremos de forma más amplia todas estas cuestiones.
ESPECIALIZACIÓN
Conforme crecen las disciplinas tienden a tener más y más especialidades: esto
es prácticamente inevitable porque, con la acumulación de conocimientos, los métodos
se hacen mucho más avanzados aunque existe un límite en el que cada
persona puede detenerse razonablemente. De esta forma, sumándose a las
divisiones generales, los antropólogos tienden a identificarse con una
especialidad. Es común entre ellos tener una especialidad geográfica, como el
Nuevo Mundo o el Viejo Mundo, o tan reducida como el suroeste de EE UU. Y los
que estudian el pasado (arqueólogos o paleoantropólo-gos) pueden especializarse
a su vez en diferentes épocas. Los etnólogos frecuentemente se centran en
materias más específicas de una o dos áreas culturales. Precisamente la mayoría
de los capítulos de este libro se refieren ampliamente a esas especialidades; por
eso los etnólogos se autodefinen, por ejemplo, como antropólogo economista,
antropólogo político o antropólogo psicólogo. En otros casos se definen a sí mismos
por la orientación teórica, tal es el caso del ecólogo cultural, que dirige sus
investigaciones a estudiar las relaciones entre la cultura y el medio físico y social.
Sin embargo, todas estas especialidades no son exclusivas recíprocamente. De
manera que un ecólogo cultural, por ejemplo, puede estar interesado en los
efectos del medio ambiente sobre la conducta económica, o en la conducta política,
o en la forma en que la gente cría a sus hijos.
¿Favorece la especialización que un antropólogo esté aislado de otros tipos de
investigaciones? Necesariamente no. Algunas especialidades necesitan recabar información
de otros campos, incluso dentro y fuera de la Antropología. Por ejemplo,
los antropólogos médicos estudian la cultura y el contexto biológico de la salud y la
enfermedad humanas. Por ello, necesitan comprender la economía, la dieta y los
patrones de interacción social lo mismo que las actitudes y creencias existentes
sobre la salud y la enfermedad. Además de esto, necesitan familiarizarse con las
investigaciones en genética humana, salud pública y medicina.
La relevancia de la Antropología
La Antropología es una disciplina relativamente reciente. Fue sólo a partir de
finales del siglo XIX cuando los antropólogos comenzaron a ir a vivir entre personas
de lugares lejanos. Comparado con nuestro conocimiento de las leyes físicas de la
naturaleza, sabemos mucho menos sobre las personas y sobre las causas por las que
actúan de determinada manera. El hecho de que tanto la Antropología, como otras
ciencias que tratan sobre los seres humanos, sean de aparición relativamente
reciente no es una razón suficiente para que el conocimiento sobre nosotros mismos
sea inferior al que tenemos en las ciencias físicas. ¿Por qué en nuestra búsqueda
del conocimiento sobre tantas cosas hemos esperado tanto para conocernos a
nosotros mismos? Leslie White sugiere que aquellos fenómenos más remotos
respecto a nosotros y menos significativos en el estudio de la conducta humana,
fueron lo primero en estudiarse porque a los humanos les gusta pensar de ellos
mismos que son como ciudadelas aisladas, no sujetos a las leyes naturales. Por lo
tanto, no necesitan verse a sí mismos como objetos para ser explicados.
La idea de que es imposible explicar científicamente la conducta humana, porque
cualquiera de nuestras acciones y creencias son un tanto individuales y complejas, o
porque los seres humanos son incomprensibles en términos espirituales, es un
concepto autocomplaciente. No podremos descubrir los principios explicativos del
comportamiento humano si no estamos convencidos de que estos principios
existen, pues de lo contrario no nos molestaríamos en buscarlos. El resultado está
asegurado desde el principio. Las personas que no creen en la existencia de
principios que expliquen la conducta humana nunca encontrarán esos principios. Por
lo tanto, si lo que queremos es aumentar nuestra comprensión de los seres humanos,
antes debemos creer que es posible hacerlo.
Para empezar a entender a los seres humanos, es esencial estudiarlos en todos los
tiempos y lugares. Debemos estudiar tanto a los hombres antiguos como a los modernos,
estudiar sus culturas y su biología. ¿Cómo podemos llegar a comprender
cuáles son verdades generales cómo son capaces de variar? Si sólo estudiamos
nuestra propia sociedad, sólo hallaremos explicaciones que estén relacionadas con
nuestros lazos culturales, nunca serán verdades generales aplicables a todos los
seres humanos La Antropología es pues útil para analizar qué es lo qué contribuye a
nuestra comprensión de los seres humano como un todo.
Además, la Antropología nos ayuda a superar la in comprensión entre la gente,
pues si somos capaces de en tender por qué otros grupos son diferentes a
nosotros tendremos menos razones para condenarlos por conductas que nos
parezcan extrañas. Empezaremos entonces darnos cuenta de que muchas de las
diferencias existentes entre las gente son producto de las adaptaciones físicas y
culturales a diferentes medio ambientes. Por ejemplo, el que encontró por primera
vez a los Ikung que vivían en el desierto de Kalahari, en el sur de África, pensaría que
este grupo era salvaje. Los Ikung vestían pequeños taparrabos, tenían muy pocas
pertenencias, vivían en simples refugios y no poseían ninguno de nuestros avances
tecnológicos. Pero, permítanme reflejar cómo reaccionaría una típica comunidad
de Norteamérica s despertara encontrándose en un medio ambiente similar al de los
Ikung. Estas personas se darían cuenta de que la condiciones de aridez del terreno
hacen imposible cultivo vegetal y el pastoreo, por lo que entonces adoptarían una
vida nómada. Entonces tendrían que deshacerse de gran parte de sus posesiones
materiales para poder viajar fácilmente, para poder recoger agua y alimentos. A
causa del calor extremo y la falta de agua extra para lavar, encontrarían más útil estar
casi desnudos que llevar vestido alguno. Considerarían también imposible construir
complicados hogares y para la supervivencia del grupo comenzarían a repartir los
alimentos recolectados entre todos ellos. De esta forma, podrían sobrevivir,
pareciéndose entonces en muchas cosas a los Ikung que, en esta situación,
estarían considerados como norteamericanos típicos.
Las diferencias físicas también se pueden contemplar como resultado de la
adaptación al medio. Por ejemplo, en nuestra sociedad admiramos a las personas
que son altas y delgadas. Si estos mismos individuos estuvieran forzados a vivir en el
Ártico, quizá ellos mismos desearían cambiar su alto y delgado cuerpo por otro
más bajo y compacto, ya que los cuerpos rechonchos conservan mejor el calor y se
pueden adaptar al frío con mayor eficacia.
El conocimiento de la Antropología puede ayudar a disminuir algunas de las
incomprensiones que tienen las personas de diferentes culturas y que son tan sutiles
que operan en el ámbito de la inconsciencia. Por ejemplo, distintos grupos
culturales tienen variadas concepciones de los gestos y de las distancias
interpersonales que se adoptan en diferentes situaciones. Los árabes consideran
adecuado estar tan cerca de otra persona como para que puedan olería. Sobre la
base de la popularidad de los desodorantes en nuestra cultura, podemos deducir
que los occidentales prefieren guardar las diferencias olfatorias suficientemente
lejos de las relaciones interpersonales, por lo que pensamos que una persona que
está muy cerca está siendo demasiado íntima. En este caso, debemos pensar que
esa persona puede estar actuando de acuerdo con su concepción culturalmente
condicionada de lo que es adecuado en cada situación. Los conocimientos
acumulados por los antropólogos pueden ayudar a disminuir la intolerancia, cuando
ésta está motivada por la falta de comprensión de por qué la gente es diferente.
El conocimiento del pasado también puede hacer que tengamos un sentimiento
de humildad y un sentido del deber: si intentamos afrontar los problemas de
nuestro mundo, nos damos cuenta de nuestra vulnerabilidad hasta el extremo de
pensar que nuestros problemas no se solucionarán por sí mismos. Aunque también
tenemos que pensar en nuestro compromiso de creer que podemos hallar
soluciones para todos nuestros problemas. Muchas de las dudas que tenemos
pueden ser el resultado de creernos autosuficientes e invulnerables, en resumen, de
nuestra falta de humildad. Sabiendo algo sobre nuestro pasado evolutivo podemos
ayudarnos a comprender y a aceptar nuestro sitio en el mundo biológico, al igual que
cualquier otra forma de vida. No existe garantía alguna de que ninguna población
humana en particular, o incluso la especie humana entera, se pueda perpetuar a sí
misma de forma indefinida. Lo que sobrevive y florece actualmente, a pesar de los
cambios de la Tierra y de los del medio ambiente e incluso de los propios cambios de
la Humanidad, puede que no sobreviva en el futuro.
Además, nuestra vulnerabilidad no debería hacernos sentir menos poderosos.
Existen muchas razones para tener confianza en el futuro. Consideremos que hemos
llegado lejos utilizando herramientas y armas a partir de palos y piedras, que fuimos
capaces de cazar animales más grandes y poderosos que nosotros, que descubrimos
la forma de hacer fuego para mantenernos calientes y cocinar nuestros alimentos, que
logramos cultivar plantas y domesticar animales controlando así nuestros suministros
alimentarios, establecer asentamientos permanentes, excavar minas y fundir metales
para fabricar herramientas más duraderas, construir ciudades, monumentos, buques e
irrigar las tierras, que hicimos posible viajar de un continente a otro en un solo día y
que vencimos algunas enfermedades y prolongamos la vida humana.
En resumen, los seres humanos y sus culturas han cambiado
considerablemente en el curso de la historia. Las poblaciones humanas, a menudo,
han sido capaces de adaptarse a las circunstancias cambiantes, por lo que
esperamos que los seres humanos continúen adaptándose a los cambios que lleguen
en el presente y en el futuro.
Sumario
1. La Antropología es, literalmente, el estudio de los seres humanos. Se diferencia de
otras disciplinas relacionadas con las personas en que su visión es más amplia y
abarca a los seres humanos de todos los lugares del mundo (no simplemente a los
de aquellos lugares próximos a nosotros), describiendo la evolución humana y el
desarrollo cultural desde hace millones de años hasta el presente.
2. Otra característica de la Antropología es su aproximación holística al estudio de los
seres humanos. Los antropólogos no sólo estudian todas las variedades de seres
humanos sino también todos los aspectos de las experiencias de esas personas.
3. Los antropólogos están relacionados con la identificación y explicación de las
características típicas (tradiciones, costumbres) de las poblaciones humanas en
particular.
4. La Antropología biológica o física es uno de los campos más extensos de la
disciplina. La Antropología biológica estudia la emergencia de los seres humanos y su
posterior evolución física (parte llamada paleontología humana o paleoantropología).
También estudia cómo y por qué la población contemporánea humana varía
biológicamente (el aspecto llamado variabilidad humana).
5. Otro amplio campo de la Antropología es la Antropología cultural que a su vez
posee tres ramas: Arqueología, Lingüística antropológica y Etnología (denominada
actualmente con el nombre general de Antropología social o cultural). Todas tratan de
aspectos de la cultura humana, esto es, de las formas habituales de pensar y
comportarse las sociedades particulares.
6. Los arqueólogos no sólo se dedican a reconstruir la vida cotidiana y las
costumbres de las gentes prehistóricas, sino también a describir los cambios culturales
y a ofrecer posibles explicaciones de esos cambios. Por tanto, los arqueólogos tratan de
reconstruir la historia desde los restos materiales de las culturas humanas.
7. La lingüística antropológica está relacionada con la aparición del lenguaje y la
divergencia de las lenguas en todo el mundo (una disciplina denominada Lingüística
histórica). También explica la forma en la que difieren las lenguas contemporáneas,
tanto en su construcción (Lingüística descriptiva o estructural) como en el habla actual
(Sociolingüística).
8. Los etnólogos (actualmente llamados antropólogos sociales o culturales)
intentan comprender cómo y por qué las gentes de hoy y del pasado reciente
difieren en las formas de pensar y de actuar. Un tipo de etnólogos, los etnógrafos,
suelen pasar alrededor de un año conviviendo con los grupos particulares de
población cuyas costumbres desean estudiar. Posteriormente redactan un informe
detallado sobre la conducta del grupo. Otro grupo de etnólogos, los
etnohistoriadores, investigan los documentos escritos para conocer la forma en la
que un determinado grupo de población ha cambiado a lo largo del tiempo. Un
tercer tipo de etnólogos, los investigadores transculturales, estudian los datos
recogidos por los etnógrafos y etnohistoriadores sobre las culturas y tratan de
explicar las costumbres particulares que se pueden aplicar a las mismas de forma
general.
9. En cada una de las cuatro mayores subdisciplinas de la Antropología trabajan
también los antropólogos aplicados, que son los que aplican el conocimiento antropológico
para recopilar los datos prácticos, generalmente al servicio de una
agencia e independientemente de la tradicional vida académica.
10. La Antropología puede ayudar a que la gente sea más tolerante. Los estudios
antropológicos nos explican el porqué otras personas son de la forma en que las conocemos,
tanto física como culturalmente. Muchas de la; acciones o costumbres
que, incluso, nos pueden parecer ofensivas, probablemente no son más que
manifestaciones de las adaptaciones de esas personas a su particular medio
ambiente y a sus condiciones sociales.
Cuestiones críticas
1. ¿Por qué estudiar Antropología?
2. ¿En qué difiere la Antropología de otros campos de estudio que usted conoce?
3. ¿Qué piensa sobre la propuesta de que la Antropología es la disciplina
fundamental para el conocimiento del ser humano?