INTRODUCCIÓN
Antropología, estudio de los seres humanos desde una perspectiva biológica, social y humanista. La antropología se divide en dos grandes campos: la antropología física, que trata de la evolución biológica y la adaptación fisiológica de los seres humanos, y la antropología social o cultural, que se ocupa de las formas en que las personas viven en sociedad, es decir, las formas de evolución de su lengua, cultura y costumbres. La antropología es fundamentalmente multicultural. Los primeros estudios antropológicos analizaban pueblos y culturas no occidentales, pero su labor actual se centra, en gran medida, en las modernas culturas occidentales (las aglomeraciones urbanas y la sociedad industrial). Los antropólogos consideran primordial realizar trabajos de campo y dan especial importancia a las experiencias de primera mano, participando en las actividades, costumbres y tradiciones de la sociedad a estudiar.
HISTORIA
Desde tiempos remotos, viajeros, historiadores y eruditos han estudiado y escrito sobre culturas de pueblos lejanos. El historiador griego Herodoto describió las culturas de varios pueblos del espacio geográfico conocido en su tiempo; interrogó a los informantes clave, observó y analizó sus formas de vida -al igual que los antropólogos modernos-, e informó sobre las diferencias existentes entre ellas, en aspectos tan importantes como la organización familiar y las prácticas religiosas. Mucho más tarde, el historiador romano Tácito, en su libro Germania (hacia el 98 d.C.), reseñó el carácter, las costumbres y la distribución geográfica de los pueblos germánicos.
En el siglo XIII, el aventurero italiano Marco Polo viajó a través de China y otras zonas de Asia, aportando con sus escritos una información muy amplia sobre los pueblos y costumbres del Lejano Oriente.
HISTORIA
Desde tiempos remotos, viajeros, historiadores y eruditos han estudiado y escrito sobre culturas de pueblos lejanos. El historiador griego Herodoto describió las culturas de varios pueblos del espacio geográfico conocido en su tiempo; interrogó a los informantes clave, observó y analizó sus formas de vida -al igual que los antropólogos modernos-, e informó sobre las diferencias existentes entre ellas, en aspectos tan importantes como la organización familiar y las prácticas religiosas. Mucho más tarde, el historiador romano Tácito, en su libro Germania (hacia el 98 d.C.), reseñó el carácter, las costumbres y la distribución geográfica de los pueblos germánicos.
En el siglo XIII, el aventurero italiano Marco Polo viajó a través de China y otras zonas de Asia, aportando con sus escritos una información muy amplia sobre los pueblos y costumbres del Lejano Oriente.
Durante el siglo XV se exploraron nuevos campos de conocimiento debido al descubrimiento por los exploradores europeos de los diferentes pueblos y culturas del Nuevo Mundo, África, el sur de Asia y los Mares del Sur, que dio como resultado la introducción de ideas revolucionarias acerca de la historia cultural y biológica de la humanidad.
A lo largo del siglo XVIII, los estudiosos de la Ilustración francesa, como Anne Robert Jacques Turgot y Jean Antoine Condorcet, comenzaron a elaborar teorías sobre la evolución y el desarrollo de la civilización humana desde sus albores. Estos planteamientos antropológicos y filosóficos chocaban con el relato bíblico de la creación y con los dogmas teológicos que afirmaban que determinadas culturas y pueblos no occidentales habían caído en desgracia divina y, por ello, habían degenerado hacia una situación denominada peyorativamente 'primitiva'.
El hallazgo de un fósil en Neandertal (Alemania) en 1856 y los restos del hombre de Java (Homo erectus) en la década de 1890, proporcionaron pruebas irrefutables del larguísimo proceso de evolución del hombre. En la abadía Boucher de Perthes (véase Jacques Boucher), en las proximidades de París, se descubrieron también diversos utensilios de piedra que corroboraron que el proceso evolutivo de la prehistoria humana tal vez se remontara a cientos de miles de años atrás. Desde un principio, la arqueología se convirtió en una compañera inseparable de la emergente disciplina antropológica.
La antropología surgió como campo diferenciado de estudio a mediados del siglo pasado. En Estados Unidos, el fundador de dicha disciplina fue Lewis Henry Morgan, quien investigó en profundidad la organización social de la confederación iroquesa. Morgan elaboró en su estudio La sociedad primitiva (1877) una teoría general de la evolución cultural como progresión gradual desde el estado salvaje hasta la barbarie (caracterizada por la simple domesticación de animales y plantas) y la civilización (iniciada con la invención del abecedario). En Europa, su fundador fue el erudito británico Edward Burnett Tylor, quien construyó una teoría sobre la evolución del hombre que prestaba especial atención a los orígenes de la religión. Tylor, Morgan y sus contemporáneos resaltaron la racionalidad de las culturas humanas y argumentaron que en todas las civilizaciones la cultura humana evoluciona hacia formas más complejas y desarrolladas.
A mediados del siglo XIX se crearon, además, importantes fundaciones de arqueología científica, sobre todo a cargo de arqueólogos daneses del Museo Nacional de Antigüedades, Septentrionales en Copenhague. A partir de unas excavaciones sistemáticas llegaron a descubrir la evolución de los utensilios y herramientas durante la edad de piedra, la edad del bronce y la edad del hierro. El fundador de la escuela funcionalista de antropología, Bronislaw Malinowski, afirmaba que las organizaciones humanas debían ser examinadas en el contexto de su cultura y fue uno de los primeros antropólogos en convivir con los pueblos objeto de su estudio, los habitantes de las islas Trobriand, cuya lengua y costumbres aprendió para comprender la totalidad de su cultura.
La antropología aplicada nació en el siglo XIX con organizaciones como la Sociedad Protectora de los Aborígenes (1837) y la Sociedad Etnológica de París (1838). Estas instituciones se preocuparon por despertar en Europa una conciencia contraria al tráfico de esclavos y a la matanza de pueblos indígenas americanos y australianos.
La antropología física se ocupa principalmente de la evolución del hombre, la biología humana y el estudio de otros primates, aplicando métodos de trabajo utilizados en las ciencias naturales.
Evolución del hombre. Una de las ramas de la antropología física tiene como objetivo reconstruir la línea evolutiva del hombre. En la década de 1960 los paleoantropólogos Louis Seymour Bazett Leakey, su esposa Mary Douglas Leakey y su hijo Richard Erskine Leakey encontraron una serie de fósiles en la garganta de Olduvai, África oriental, que desencadenó una revisión profunda de la evolución biológica de los seres humanos. Los restos fósiles desenterrados a finales de 1970 y 1980 proporcionaron después pruebas adicionales, en el sentido de que el género Homo coexistió en África oriental con otras formas evolucionadas de hombre-simio conocidas como australopitecinos hace más de 4 millones de años. Estos dos homínidos son al parecer descendientes de un fósil etíope, el Australopithecus afarensis, que tiene una antigüedad datada entre 3 y 3,7 millones de años -la famosa Lucy, descubierta en 1974, es uno de los fósiles encontrados. Estos antiguos antecesores del hombre tenían las piernas y el cuerpo adaptados para caminar erguidos (véase Bipedación), lo cual dejaba sus manos libres para manipular diversos utensilios. Más tarde, investigadores de la Universidad de California descubrieron numerosos fósiles en la garganta de Olduvai, lo que reforzó aún más la tesis de la irregularidad del proceso de evolución humana. Este nuevo fósil tenía aproximadamente 1,8 millones de años de antigüedad, presentaba huesos de los brazos y las piernas que confirmaban una locomoción vertical relativamente evolucionada, pero su capacidad craneana reducida y marcadas diferencias de estatura entre hombres y mujeres no diferían demasiado de Lucy.
Algunos utensilios de piedra sin tallar, hallados con ciertos fósiles de Homo en yacimientos del este de África, demuestran que hace casi 3 millones de años ya eran capaces de fabricar herramientas. Esta habilidad técnica contribuyó al aparente éxito evolutivo del Homo habilis. En comparación con los australopitecinos vegetarianos, los antecesores modernos de los seres humanos, tipo Homo habilis, parecen haber evolucionado al incorporar la carne como parte esencial de su dieta alimenticia, a juzgar por la disposición de los dientes y la utilización de ciertas herramientas.
A medida que han ido aumentando los descubrimientos de fósiles homínidos, al parecer fue en África, y no en Asia, donde se produjo la primera hominización. Los fósiles de Homo habilis apuntan hacia una criatura de unos 91 cm de estatura, con una capacidad craneana de unos 600 cm3. Sin embargo, se han hallado en África oriental restos de una especie mayor de Homo con capacidad craneana superior a los 800 cm3, de unos 1,5 millones de años de antigüedad. Este protohumano mayor, denominado generalmente Homo erectus, se extendió desde África hacia Europa y Asia hace aproximadamente un millón de años, y desarrolló una gama más completa de herramientas.
Los restos más conocidos del Homo erectus son el célebre hombre de Java, que antes se conocía técnicamente como Pithecanthropus, así como el igualmente famoso hombre de Pekín, una colección de componentes de esqueletos hallados en Zhoukoudian, cerca de Pekín (China), y que en principio recibió el nombre de Sinanthropus pekinensis. Ambos son mucho más recientes que los yacimientos que conforman el Homo habilis de África oriental, y se remontan a 750.000 y 300.000 años. Los fósiles del hombre de Pekín son especialmente interesantes, ya que el tamaño del cerebro es incluso mayor que el de Java, con un promedio superior a los 1.050 cm3, y cuyo cráneo y otros elementos óseos son ligeramente más modernos. También se han hallado fósiles de Homo erectus en Europa y en África junto a numerosos utensilios de piedra y otras herramientas, que prueban la existencia de una sociedad de cazadores-recolectores muy básica. En Zhoukoudian, los arqueólogos se encontraron con el testimonio más antiguo del uso del fuego por el hombre, así como algunos indicios de canibalismo.
Hay antropólogos que consideran como antepasados directos del hombre a los ejemplares de Neandertal y a las docenas de fósiles emparentados; otros opinan que sólo son una ramificación del Homo sapiens que se extinguió hace decenas de miles de años. Se calcula que hace entre 100.000 y 35.000 años, los hombres de Neandertal ya eran una población de cazadores-recolectores extendida por gran parte de Europa y de Oriente Próximo; de constitución robusta y cejas espesas, con capacidad craneana de unos 1.500 cm3, mayor que la de gran parte de los Homo sapiens sapiens, especie a la que pertenecemos los seres humanos modernos. Se han encontrado fósiles que algunos consideran intermedios entre los de Neandertal y el Homo sapiens sapiens. Estos restos podrían ser la prueba del cruce de los Neandertal con los antepasados directos del hombre, o simplemente reflejan una multitud de variantes dentro de la misma población de Homo sapiens (las tesis más modernas se inclinan hacia el primer supuesto). Desde las últimas fases de los periodos glaciales, en Europa, África y otros muchos lugares se han sucedido los hallazgos de un sinfín de restos fósiles que se asemejan al hombre moderno.
En el continente americano, sin embargo, ningún rastro humano tiene más de 15.000 años, y los únicos ejemplares óseos que cuentan algunos miles de años pertenecen todos al Homo sapiens sapiens. Por tanto, parece que la evolución biológica que derivó en el hombre moderno tuvo lugar en el Viejo Mundo.
En el continente americano, sin embargo, ningún rastro humano tiene más de 15.000 años, y los únicos ejemplares óseos que cuentan algunos miles de años pertenecen todos al Homo sapiens sapiens. Por tanto, parece que la evolución biológica que derivó en el hombre moderno tuvo lugar en el Viejo Mundo.
Después de que los antropólogos biológicos centraran su atención en los complejos patrones de la genética humana, estudiaron la interacción de las adaptaciones genéticas y las adaptaciones (no genéticas) fisiológicas y culturales, en relación con la enfermedad, la desnutrición y la presión del entorno, así como las grandes altitudes y los climas calurosos. Los médicos y antropólogos especialistas en nutrición combinan los enfoques biológicos y genéticos con datos culturales y sociales, ya sea para estudiar enfermedades como la hipertensión y la diabetes o para investigar el crecimiento y el desarrollo en diferentes condiciones de alimentación y salud.
El médico estadounidense, galardonado con el Premio Nobel, Daniel Carleton Gajdusek, adquirió especial renombre por su descubrimiento de que el kuru ('temblores'), enfermedad debilitante que sólo existe entre pueblos aislados de las montañas de Nueva Guinea, estaba causada por un agente infeccioso lento denominado prión (que consiguió aislar e identificar) transmitido a través de la antropofagia (véase Canibalismo). Algunos antropólogos biológicos han detectado los esquemas genéticos de otras enfermedades, como la anemia de células falciformes, talasemia y diabetes.
Estudio de los primates. Debido a que los seres humanos son primates emparentados genéticamente con otros simios y monos el estudio de la conducta, la dinámica de la población, los hábitos alimenticios y otras cualidades de los mandriles, chimpancés, gorilas y primates análogos, constituye una dimensión comparativa esencial de la antropología. La etóloga británica Jane Goodall y sus colegas dedicaron años a la observación de los chimpancés en una reserva del lago Tanganica (Tanzania) y descubrieron que estos animales son capaces de usar útiles simples -sobre todo, pequeños palos para conseguir termitas y hormigas- y lanzar de forma eficaz piedras; en uno de los experimentos se observó a los chimpancés usando palos gruesos para apalear a un leopardo disecado. Además se comunican entre sí tanto vocal como físicamente. Estudios realizados acerca de los esquemas de comunicación y de la vida en grupo de los simios y los monos, facilitan la comprensión del pasado remoto del hombre.
Antropología Social y Cultural
Gran parte de la investigación antropológica se basa en trabajos de campo llevados a cabo con diferentes culturas. Entre 1900 y 1950, aproximadamente, estos estudios estaban orientados a registrar cada uno de los diferentes estilos de vida antes de que determinadas culturas no occidentales experimentaran la influencia de los procesos de modernización y occidentalización. Los trabajos de campo que describen la producción de alimentos, la organización social, la religión, la vestimenta, la cultura material, el lenguaje y demás aspectos de las diversas culturas, engloban lo que hoy se conoce por etnografía. El análisis comparativo de estas descripciones etnográficas, que persigue generalizaciones más amplias de los esquemas culturales, las dinámicas y los principios universales, es el objeto de estudio de la etnología.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la etnología (que hoy se suele conocer como antropología cultural) comenzó a relacionar su campo de estudio con el de la antropología social, desarrollada por los científicos británicos y franceses. En un breve periodo se debatió intensamente si la antropología debía ocuparse del estudio de los sistemas sociales o del análisis comparativo de las culturas. Sin embargo, pronto se llegó a la conclusión de que la investigación de las formas de vida y de las culturas casi siempre están relacionadas, de donde procede el nombre actual de antropología sociocultural.
Parentesco y organización social. Uno de los descubrimientos importantes de la antropología del siglo XIX ha sido que las relaciones de parentesco constituyen el núcleo principal de la organización social en todas las sociedades. En muchas de ellas, los grupos sociales más importantes comprenden clanes y linajes. Cuando la pertenencia a dichas corporaciones de parentesco se asigna a las personas sólo por la línea masculina, el sistema se denomina de descendencia patrilineal (véase Patrilinaje). Antes del desarrollo del comercio y de la urbanización a gran escala, muchos pueblos europeos estaban organizados desde el punto de vista económico y político como grupos de filiación patrilineal.
Las sociedades matrilineales, en las que el parentesco se transmite por línea femenina (véase Matrilinaje), son menos comunes hoy día. Herodoto fue el primer erudito en describir este tipo de sistema social, que detectó entre los habitantes de Licia, en Asia Menor.
La organización de parentesco bilateral, en la que se tiene en cuenta la parte materna y la paterna, es la que predomina en las sociedades más sencillas de cazadores-recolectores (tales como los pueblos san en el sur de África o los inuit de las regiones ártica y subártica). El antropólogo británico Robert Stephen Briffault defendió un concepto relacionado, el matriarcado, y afirmó que este tipo de organización social se encontraba latente en gran parte de las sociedades más primarias.
En las sociedades basadas en el parentesco, los miembros de un linaje, clan o demás grupos afines suelen ser descendientes de un antepasado común. Este concepto es un factor unificador, pues dota a grandes masas de individuos de cierta cohesión para afrontar actividades guerreras o rituales, lo que les hace sentirse diferentes de sus vecinos y enemigos. Por ejemplo, entre las hordas centroasiáticas que durante siglos atacaron a las sociedades europeas, o entre los aztecas o mexicas del continente americano, la compleja organización militar se sustentaba en el parentesco patrilineal.
La evolución de los sistemas político-sociales. Las sociedades humanas que, en principio, se consideraron más simples son los grupos de cazadores-recolectores, como los inuit, san, pigmeos y aborígenes australianos. En estos pueblos se agrupa un pequeño número de familias para formar bandas o grupos nómadas de 30 a 100 individuos, relacionados por parentesco y asociados a un territorio concreto.
Los grupos supervivientes de cazadores-recolectores (en zonas de África, India y Filipinas) nos permiten conocer el estado de la organización social y cultural de casi toda la experiencia histórica de la humanidad. Sus relaciones de parentesco, ideas religiosas, métodos sanitarios y características culturales no sólo ilustran las raíces culturales de la humanidad moderna, sino que se nos presentan a escala reducida y resultan más fáciles de analizar. Las culturas de cazadores-recolectores que aún perduran ponen de manifiesto las adaptaciones que son necesarias para sobrevivir en entornos hostiles e inhóspitos.
Los sistemas sociales y económicos de mayor complejidad no surgieron hasta que no se presentaron las condiciones favorables que permitieron a las primeras sociedades asentarse en comunidades estables y permanentes durante todo el año. Se produjo entonces el avance crucial hacia la agricultura y la cría de animales.
La transición neolítica -es decir, los inicios de la aclimatación de los recursos alimenticios- se produjo de forma independiente en el Oriente Próximo y en Asia oriental hace unos 12.000 años, según las pruebas arqueológicas más recientes. Con las grandes concentraciones de población y los asentamientos permanentes, surgieron las organizaciones sociopolíticas que entrelazaban a diferentes grupos locales. Los nuevos sistemas locales, que a menudo comprendían grupos de individuos procedentes de comunidades aisladas, estaban unidos en la celebración de ceremonias religiosas, en el intercambio de alimentos y en los rasgos culturales.
Aunque los grupos más pequeños carecían, en muchos casos, de un gobierno central, el aumento de la población y de las fuentes de alimentos crearon la necesidad, y la viabilidad, de la centralización política. Las jefaturas representan los sistemas sociales a pequeña escala, en los que los alimentos y el acatamiento político confluyen en un dirigente central, o jefe, que a su vez redistribuye los alimentos y es respetado por los miembros de la comunidad.
El auge de las naciones-estado. Los orígenes de las naciones-estado han sido objeto de grandes controversias. En el antiguo Oriente Próximo, por ejemplo, las primeras ciudades-estado aparecieron cuando el aumento de la población provocó una mayor demanda de alimentos, facilitada por el desarrollo de cultivos de regadío para atenderla. Esto motivó la expansión de sistemas militares que protegieran dichos recursos. En otros casos, la ubicación en rutas comerciales estratégicas -por ejemplo, Tombuctú en la ruta sahariana del comercio de la sal- favoreció la centralización militar y administrativa.
Los estudios etnológicos y arqueológicos apoyan la tesis de que los estados o reinos nacieron de forma ligeramente distinta en situaciones históricas y ecológicas diferentes; sin embargo, presentan en casi todas partes los mismos esquemas de desarrollo. En sus primeros momentos de existencia, los estados manifiestan una tendencia universal a anexionar las regiones vecinas, para explotarlas económicamente y someter a sus enemigos potenciales. En las primeras civilizaciones urbanas -en el Oriente Próximo, Egipto, el norte de India, el sureste de Asia, China, México y Perú- aparecieron pronto las fortificaciones militares, por lo general acompañadas de templos y rituales religiosos que manifestaban el auge y mayor poder del sacerdocio. Sin embargo, la estratificación social, con una reducida minoría militar-religiosa y una gran población subordinada de campesinos, fue consecuencia inevitable.
Desarrollo de los sistemas religiosos. Los sistemas religiosos de las sociedades cazadoras-recolectoras pueden ser muy complejos en relación con el mundo sobrenatural, las fuerzas de la naturaleza y el comportamiento de los espíritus y los dioses. Estas sociedades pequeñas, relativamente igualitarias, suelen carecer de los recursos necesarios para mantener una clase sacerdotal. Sin embargo, todos los grupos humanos, ya sean grandes o pequeños, poseen en un momento determinado de su evolución algún tipo de especialización similar a los chamanes o curanderos, hombres o mujeres de quienes se cree mantienen contacto directo con los seres y fuerzas sobrenaturales, y que reciben poderes especiales para solucionar problemas como las enfermedades. El chamán es muchas veces la única persona con un papel religioso especializado en este tipo de sociedades.
Por ejemplo, en las sociedades pequeñas que practican la agricultura, los sistemas religiosos comunales implican al pueblo en prácticas rituales complejas, y con frecuencia se produce una rotación de las responsabilidades sacerdotales. Cuando los grupos de parentesco constituyen los elementos principales de la solidaridad social, las ceremonias religiosas tienen como centro la familia y el parentesco.
El auge de los sistemas sociales centralizados, con un sistema de clases estratificado, casi siempre ha ido acompañado del desarrollo de los sistemas religiosos que implicaban la existencia de sacerdotes dedicados únicamente a las funciones religiosas, rituales para toda la población y una mayor tendencia a legislar tanto en el plano moral como político. Estos sistemas religiosos casi nunca eliminaban las prácticas del chamanismo individualizado (sobre todo para curar las enfermedades).
Las pruebas arqueológicas de las primeras ciudades-estado corroboran los estrechos vínculos que existían entre los dirigentes religiosos y los dirigentes comerciales y políticos, poniendo de relieve el aspecto conservador de la religión. Por otro lado, los movimientos de reforma social radical han sido religiosos y en las sociedades con niveles cambiantes de desarrollo tecnológico aparecen con regularidad nuevas formas religiosas. Por tanto, la religión unas veces está al servicio de la situación establecida y otras actúa como fuerza de un cambio radical.
Evolución de la cultura. Los esquemas más bien simples de evolucionismo cultural propuestos durante el siglo XIX han sido objeto de discusiones elaboradas y modificadas a la luz de los nuevos datos arqueológicos y etnológicos. Destacados antropólogos de principios del siglo XX, como el germano-estadounidense Franz Boas y el estadounidense Alfred Louis Kroeber, adoptaron puntos de vista bastante antievolucionistas, ya que mantenían que los procesos culturales y sociales han sido tan dispares en todo el mundo que es difícil discernir algún proceso o tendencia general.
Existen dos posturas radicalmente diferentes para explicar la evolución cultural. Los evolucionistas del siglo pasado defendían que en las distintas sociedades se producen procesos muy similares de desarrollo cultural debido a la unidad psíquica fundamental de toda la humanidad. Así, los procesos paralelos hacia la estratificación social y las minorías gobernantes se explican como efectos de las cualidades psíquicas y mentales de los individuos. Claude Lévi-Strauss fue un defensor tardío de este enfoque, sin hacer hincapié en el carácter evolucionista.
La postura contraria encuentra la clave en las condiciones materiales de vida: en las fuentes de energía, las tecnologías y los sistemas de producción de los grupos humanos; además, resalta las influencias ambientales en el desarrollo de los complejos sistemas culturales, ya que se han visto favorecidos por determinadas características geográficas y climáticas. Por ejemplo, el Oriente Próximo prehistórico era rico en animales de caza y plantas silvestres que resultaron especialmente aptos para su domesticación y aclimatación.
Métodos de Investigación
Los métodos de investigación en antropología son tan variados como los distintos temas de estudio.
Investigación arqueológica. Para los arqueólogos resulta fundamental establecer esquemas cronológicos a partir de los restos y fósiles que descubren en sus excavaciones. Entre los modernos métodos de datación arqueológicos, la técnica del carbono radiactivo tal vez sea la más utilizada. Este método se basa en que las plantas y los animales vivos contienen unas proporciones fijas de una variedad radiactiva del carbono, denominada carbono 14, que se va degradando a ritmo constante hasta convertirse en carbono no radiactivo. La medición de los restos del radiocarbono en madera carbonizada, restos de plantas, fibras de algodón, madera y otras sustancias, permite determinar con bastante precisión edades de hasta 60.000 y 70.000 años de antigüedad.
La edad de los antiguos yacimientos fósiles en África oriental, que datan de hace varios millones de años, se ha podido fijar con ayuda de otra potente herramienta radiológica: el método del potasio-argón -el potasio radiactivo, potasio 40, se degrada con enorme lentitud para convertirse en argón 40.
Las secuencias temporales de los restos arqueológicos se determinan todavía de forma bastante primaria mediante la observación meticulosa de la estratigrafía, depósito secuencial de sustancias terrestres orgánicas y de restos de la actividad humana. Estos depósitos van creciendo poco a poco y cubren cada una de las fases previas de cualquier asentamiento humano. Las técnicas utilizadas para determinar las secuencias estratigráficas incluyen el análisis del suelo, los estudios geológicos y el estudio de restos animales y vegetales, así como la laboriosa tarea de unir restos de suelos, fosas de almacenamiento y demás construcciones.
Investigación social y cultural. En la antropología social y cultural, la investigación se ampara en la idea fundamental de la observación participante dentro del seno de una comunidad o sistema social. El antropólogo se introduce primero en la vida de la comunidad y, a través de los contactos y las observaciones cotidianas, es aceptado por ella. Esta primera fase de la investigación de campo requiere semanas, incluso meses, sobre todo si hay que aprender la lengua local. Los primeros etnógrafos obtenían los datos a partir de entrevistas en profundidad con algunos informantes clave, personas expertas en la cultura y en el sistema social local. Estos datos se verificaban y cruzaban con los de otros informantes y con las observaciones directas del propio trabajador de campo.
Investigación social y cultural. En la antropología social y cultural, la investigación se ampara en la idea fundamental de la observación participante dentro del seno de una comunidad o sistema social. El antropólogo se introduce primero en la vida de la comunidad y, a través de los contactos y las observaciones cotidianas, es aceptado por ella. Esta primera fase de la investigación de campo requiere semanas, incluso meses, sobre todo si hay que aprender la lengua local. Los primeros etnógrafos obtenían los datos a partir de entrevistas en profundidad con algunos informantes clave, personas expertas en la cultura y en el sistema social local. Estos datos se verificaban y cruzaban con los de otros informantes y con las observaciones directas del propio trabajador de campo.
Sin embargo, la investigación de las distintas sociedades y pueblos exige hoy otras herramientas metodológicas. Las entrevistas estructuradas (con muestreo) se utilizan de forma rutinaria para la obtención de una información; por ejemplo, el consumo de alimentos, el comportamiento sanitario, los recursos económicos, los movimientos migratorios laborales, el tiempo libre y otros aspectos. Para analizar la conducta económica hay que registrar con minuciosidad las transacciones en el mercado, las horas de trabajo, las capturas de peces y animales de caza, así como los rendimientos de las cosechas. Cuando se tratan de estudiar los aspectos de la personalidad se utilizan pruebas psicológicas. También se someten a análisis los posibles datos de los registros parroquiales, los textos locales, los informes gubernamentales y otras fuentes escritas.
A medida que los datos son más complejos e intrincados, y se hace necesario el tratamiento rutinario de miles o incluso cientos de miles de fragmentos de información, los arqueólogos han recurrido a las computadoras y equipos informáticos para dibujar las secuencias temporales, las relaciones espaciales y demás esquemas. Las tendencias del cambio cultural, la interacción entre las actividades económicas y sociales, las interrelaciones étnicas y otros patrones complejos se comprueban hoy mediante avanzados métodos estadísticos.
Estos métodos técnicos y cuantitativos en la investigación no han sustituido a los estilos tradicionales de investigación de campo. Al contrario, las entrevistas en profundidad a los informantes clave, así como el complejo análisis cualitativo de los sistemas simbólicos, las ceremonias y otras prácticas culturales, constituyen todavía una parte esencial de la metodología holística (doctrina epistemológica que hace hincapié en el estudio de los elementos desde su totalidad).
Tendencias Actuales.
La antropología moderna se está convirtiendo poco a poco en una ciencia aplicada, ya que los investigadores se están concentrando en aspectos sociales como la sanidad, la educación, protección del entorno y el desarrollo urbano. Hoy son muchos los antropólogos contratados por organismos públicos, empresas de investigación, grupos independientes de presión, organizaciones indigenistas y agencias sanitarias para realizar trabajos de campo en entornos culturales, ya sean proyectos educativos, sanitarios o programas de desarrollo agrícola a gran escala en regiones rurales.
El desplazamiento hacia el estudio de sistemas heterogéneos y diversificados, así como el auge de los métodos cuantitativos de investigación han promovido la necesidad de la investigación en equipo. Anteriormente, una investigación, por lo general, sólo implicaba a un trabajador de campo que se aislaba durante meses en algún poblado remoto; hoy, por el contrario, la mayor parte de los proyectos de campo necesitan el apoyo de diferentes profesionales, incluidos los asesores estadísticos, biólogos, sociólogos y estudiantes colaboradores.
Por cuestiones de metodología, los antropólogos han desarrollado vínculos sociales con las comunidades objeto de estudio. Estas relaciones muchas veces han pasado a ser verdaderas asociaciones que, en la mayoría de los casos, han beneficiado a estas comunidades. A cambio, la aplicación pragmática de estos métodos ha abierto nuevos caminos en la teoría social y biocultural.
División de la Antropología
Antropología Cultural. Se ocupa de la descrip- ción y análisis: de las culturas, las tradiciones socialmente aprendidas, del pasado y del presente. | Etnografía. (se ocupa de la descripción sistemática de las culturas contemporáneas) Antropología Aplicada. (estudia y hace proposiciones para resolver problemas prácticos y evaluar sus resultados) Antropología médica. (estudia los factores biológicos y culturales en la salud, y la enfermedad y sus tratamientos) Antropología del Desarrollo. (estudia las causas del desarrollo y subdesarrollo entre las naciones menos desarrolladas) |
Arqueología. Ayuda a la Antropología cultural en el estudio de los pueblos ya desapareci- dos. | Arqueología Histórica. (estudia las culturas del pasado reciente, mediante una combinación de registros escritos y excavaciones arqueológicas) Arqueología Industrial. (tipo de arqueología histórica, que se centra en las industrias e instalaciones) Arqueología de Compromiso. (conduce los estudios hacia declaraciones de los impactos en el medio ambiente y la protección) |
Antropología Física. (Biológica). Fundamenta los demás campos de la antropología en nuestro origen animal y nuestra naturaleza biológicamente determinada. | Primatología. (estudio de la vida social y biológica de los monos, grandes simios y demás primates) Paleontología Humana. (búsqueda y estudio de restos fósiles de las especies humanas primitivas) Antropología Forense. (identificación de víctimas de asesinatos y accidentes) Genética de la Población. (estudio de las diferencias hereditarias de las poblaciones humanas) |
Antropología Lingüística. Estudia la gran diversidad de lenguas habladas por los humanos. | Lingüística Histórica. (reconstruye los orígenes de la lengua específica) Lingüística Descriptiva. (estudia la gramática y la sintaxis de las lenguas) Socio lingüística. (estudia el uso real e las lenguas en la conducta de comunicación de la vida cotidiana) |
Lic. Nelson Aboy Domingo
Presidente del Comité Científico Asesor de la Casa de Africa. La Habana – Cuba. naboy@infomed.sld.cu
Podemos definir Prehistoria como el periodo de tiempo previo a la Historia, transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la aparición de los primeros testimonios escritos.
La importancia de la escritura como frontera entre la Prehistoria y la Historia, está en que sólo a través de los testimonios escritos, podemos conocer con certeza acontecimientos, hechos y creencias de aquellas personas que vivieron antes que nosotros.
Al no existir el testimonio escrito, la arqueología se convierte en el único medio para reconstruir los sucesos de la prehistoria, a través del estudio de los restos materiales dejados por los pueblos del pasado: sus zonas de residencia, sus utensilios, así como sus grandes monumentos y sus obras de arte.
Para su estudio, la Prehistoria se divide en tres periodos que se corresponden con la propia evolución de la humanidad.
El más antiguo de estos tres periodos es el Paleolítico, cuyo comienzo se remonta a hace unos 2.500.000 años. En esta etapa el ser humano utilizaba herramientas elaboradas a base de piedra tallada, hueso y palos. Durante esta época el hombre fue cazador, pescador y recolector, por lo que llevaba una vida nómada y solía colocar sus campamentos en las orillas de los ríos donde se aseguraba el agua y la comida por un tiempo. En esta época se comenzó a utilizar el fuego (hace 1.500.000 años aproximadamente) y se tenían creencias religiosas de carácter mágico y se realizaban ceremonias funerarias.
A continuación, el descubrimiento de la agricultura (Revolución Agrícola) marco el inicio del Neolítico. El comienzo de esta etapa de la evolución humana es difícil de concretar ya que cada grupo humano descubrío la agricultura en un momento distinto (incluso hoy quedan en América y Oceanía, grupos humanos que siguen viviendo en el Paleolítico y desconocen la agricultura). Como fecha aproximada podemos colocar el inicio de esta época hace unos 5.000 años. Durante el Neolítico, el ser humano descubrió la ganadería y la agricultura (aunque siguiera practicando la caza y la recolección) lo cual le permitió convertirse en sedentario y construir los primeros poblados, así como tener más "tiempo libre" que poder dedicar a otras tareas distintas de la constante búsqueda de comida. El hombre en esta época utilizaba herramientas más perfectas realizadas con huesos y piedras pulidas y comenzó a desarrollar el tejido y la cerámica.
El último periodo de la Prehistoria es la llamada, genéricamente, Edad de los Metales, ya que en él, los seres humanos descubrirán y utilizarán los metales. A su vez este periodo se divide en tres etapas que reciben el nombre de los metales que el hombre fue utilizando progresivamente. La más antigua es la Edad del Cobre, primer metal trabajado, posteriormente vino la Edad del Bronce y por último la Edad del Hierro. Al igual que en el Neolítico, los metales no fueron decubiertos a la vez por todos los pueblos, por eso aquellos pueblos que utizaron el cobre se impusieron a los que sólo utilizaban la piedra, aquellos fueron sometidos por los que usaron el bronce y por último el hierro se mostró durante mucho tiempo como el metal más fuerte. En esta etapa se desarrollan las primeras civilizaciones que acabarían por inventar la escritura, entrando en la Historia.
El proceso de hominización
La antropogénesis es el estudio de la historia evolutiva de nuestra especia. La hominización es el proceso evolutivo biológico seguido a partir de los animales primitivos hasta la aparición del Homo Sapiens. Las características generales de ese proceso son:
- Posición recta y bipedismo: provocaron una seria de modificaciones imprescindibles: los pies se especializaron en caminar, la columna vertebral se enderezó y la pelvis se empequeñeció para soportar el peso vertical del cuerpo.
- Liberación de las manos: otra consecuencia del bipedismo fue la liberación de las manos, permitiéndole la manipulación de objetos y construcciones de instrumentos , liberando la boca de las funciones aprehensoras y manipuladoras.
- Cerebración: La integración de los estímulos sensoriales y las acciones motoras es una de las características de la hominización, puesta de relieve al comparar el córtex de distintas especies animales. La mayoría de los seres humanos actuales tiene una capacidad craneal entre 1.300 y 1.500 cm3.
El aumento del volumen del cráneo y la disminución de la cara, son características ligadas a la cerebración humana sin la cual el lenguaje y el pensamiento humano no se hubieran desarrollado.
- Adquisición del lenguaje articulado: Permitió transmitir información sobre concreta acerca del hábitat en que vivían o cómo hacer las cosas. El lenguaje fue un instrumento perfecto para la evolución cultural del ser humano.
- Neonia o nacimiento inmaduro: es decir, la inmadurez del individuo al nacer y tener una infancia prolongada, por lo que necesita un largo período de cuidados y enseñanzas por parte de su grupo social.
- Cultura: fue posible gracias al desarrollo del lenguaje. Está asociada con todas las sociedades humanas.
Ecumenismo: La familia de los homínidos culmina su evolución con la constitución de una sola especie, ampliando su hábitat hasta ocupar casi toda la Tierra, y adaptar la naturaleza a sus necesidades vitales.
Estos rasgos fueron surgiendo poco a poco a lo largo de nuestra historia evolutiva, comenzando más o menos cuando nuestros antepasados se separaron de los homínidos.
Por otra parte, algunos de estos rasgos (como el gran volumen cerebral) son característicos de nuestros parientes mas próximos, así como los chimpancés, gorilas y orangutanes (aunque en un nivel muy inferior del desarrollo).(http://pequesa.blogia.com/2008/110702-el-proceso-de-hominizacion.php)
En torno a 40 m.a., la historia de los primates se complica. Algunos de estos primates evolucionaron. Los primeros simios evolucionados aparecen en América (Platirrinos) y el África y Asia (Catirrinos). El proceso de Hominización comienza a producirse ente 6-3´5 m.a., pero un hecho, acaecido hace 17 m.a., lo va a favorecer: el choque de las placas afroárabe y asiática provocó una desecación y enfriamiento del clima, haciendo que algunos primates se adaptarán al nuevo clima desplazándose y alimentándose en el suelo en lugar de hacerlo en los árboles, lo que conllevó también algunos cambios morfológicos.
Los datos materiales de los que disponemos para los primeros homínidos nos hacen pensar que la cuna de origen de los homínidos sea esteafricana, aunque su expansión hacia otras zonas de África será rápida. La primera especie de la que podemos hablar es del Ardipithecus ramidus (4´4 m.a.), forma muy primitiva de homínido que habitaba en la selva húmeda y en cualquier caso, no se puede considerar un antepasado directo de los homínidos que aparecieron a continuación.
Entre 3 y 1 m.a. se desarrolló una nueva especie de homínido, con una distribución geográfica más amplia, que forman la subfamilia de los australopitecinos. Se han podido definir ocho especies pertenecientes a este género. Los restos encontrados poseen algunas características comunes, como el cráneo alargado con una caja craneana aplanada, torus supraorbitario, cara prognata y ausencia de mentón. Otras de sus características ya son similares al del Hombre moderno.
La definición del género Homo siempre ha estado rodeada de polémica. Existen toda una serie de características que se encuentran en el género Homo: locomoción bípeda, morfología dental..., pero la que destaca por encima de las demás es la mayor capacidad craneana de nuestro género. Su cerebro es relativamente más grande , y por tanto posee mayores capacidades cognitivas y de inteligencia.
Las primeras especies del género Homo aparecen en un corto espacio de tiempo. El Homo habilis, pese a su gran parecido morfológico con el Australopithecus afarensis, se aceptó como nueva especie y se consideró una línea evolutiva continua desde Homo habilis, pasando por Homo erectus a Homo sapiens. Esta visión lineal de la evolución humana hoy ha sido abandonada por completo y sustituída por otros modelos evolutivos de tipo ramificado, con numerosas especies de Homo y líneas evolutivas laterales.( http://prehistoriaparainsti.blogspot.com/2009/04/el-proceso-de-hominizacion.html)
Antropología filosófica
WIKIPEDIA
La antropología filosófica (del griego άνθρωπος, ánthropos, "hombre", y λόγος, logos, "razonamiento" o "discurso") puede entenderse de varias maneras. Una sería el estudio filosófico del ser humano elaborado a lo largo de los siglos y actualmente objeto de atención de los filósofos. Otra manera de entender la expresión sería más restringida, y se aplicaría a un movimiento o escuela de pensamiento fundada en Alemania en los años 1920 y 1930, de filósofos, antropólogos y sociólogos; este movimiento tuvo una influencia decisiva en el panorama intelectual alemán del siglo XX.
«Nunca en la historia, tal como la conocemos, el hombre ha sido más que un problema en sí» —Max Scheler.
La antropología filosófica marca un punto de inflexión en la filosofía por medio de la crítica de la tradición idealista y del dualismo cartesiano, con una concepción del hombre como una unidad física y psíquica. Fue también una respuesta a la teoría del historicismo alemán.
La base de su planteamiento consistía en utilizar las enseñanzas de las ciencias naturales (biología, zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias humanas para tratar de identificar las características de la especie humana, su posición específica en el mundo en el entorno de los reinos mineral, vegetal y animal.
Sus principales representantes son Max Scheler (1874-1928), Helmuth Plessner (1892-1985) y Arnold Gehlen (1904-1976).
También, cerca de esta corriente, destacan: Gotthard Günther (1900-1984), Helmut Schelsky, Erich Rothacker y Peter Sloterdijk.
Introducción
A través de la historia podemos darnos cuenta de que el concepto del hombre, varía según las diferentes culturas de los pueblos, es evidente que la definición que manejamos de nosotros mismos resalta en gran parte la aptitud o respuesta que tengamos ante nuestro entorno, el cual dependerá directamente del concepto que demos a nosotros mismos como los seres humanos que somos. La antropología filosófica pone como centro de su reflexión al ser humano, busca comprender al hombre como un ser que vive y sabe que vive en este mundo.
El saber humano es la dimensión propia del ser pues es el único ente biológico que necesita comprenderse para saber quién es, quién quiere ser y qué puede hacer con su vida. Pero ¿para que estudiar antropología filosófica dentro de las carreras sociales y humanas? ¿acaso ese asunto no les compete solamente a aquellas personas que siguen alguna licenciatura en filosofía, psicología, sociología o antropología?, pues no, la enseñanza de la antropología filosófica nos ayudara a conocer y fundamentar el camino del ser humano, tratar de responder a las cuestiones existenciales ¿Qué es el hombre?, ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, etc.
El propósito de la antropología filosófica es identificar las características de la especie humana, tomando en cuenta todos los aspectos de la realidad: material, biológica, económica, histórica, cultural, etc. Pero esto no significa que sea el producto de una combinación o síntesis de diversas disciplinas. En este sentido, la antropología filosófica no es una ciencia social, sino que está más cerca a la Filosofía. Como disciplina filosófica, no abandona su pretensión de comprender al hombre más allá de los límites de las distintas ciencias.
La antropología filosófica se pregunta, en primera instancia, por el origen del ser humano. Su proceso de aparición y asentamiento en el conjunto de la realidad. Esta cuestión puede condensarse en la pregunta: ¿Cómo surgió el hombre?
Además, se pregunta por la naturaleza del ser humano, se pregunta lo que diferencia al ser humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc. Tales interrogantes fundamentales de la Antropología Filosófica pueden ser condensadas en una pregunta radical: ¿Qué es el hombre?
Sin embargo no todo es tan claro como parece, es necesario advertir que existe un gran debate en torno al objeto de la antropología filosófica, hoy se ha vuelto más problemático, debido a la multiplicación de discursos y nuevas teorías que hablan acerca del origen y destino del ser humano. Lo que queremos decir es que poseemos discursos acerca del hombre pero no la verdad ni una respuesta concreta al sentido de la vida. En síntesis no basta con saber que somos simples personas pertenecientes a un sistema x, hace falta ir más allá de lo que nuestros ojos pueden divisar, ampliar nuestra mente para poder comprender lo que significa ser humano y poder darle una explicación a nuestra existencia en el planeta Tierra.
Concepciones y orígenes a través de la historia
Pero las ideas que plantea la antropología filosófica, toda esa búsqueda de respuestas que el hombre se han venido planteado a lo largo de la historia, sin embargo seria hasta mediados del siglo XIX que nace la antropología como ciencia aunque la idea Antropofilosofica se ha dado todo el tiempo.
- En la Edad Antigua diversos autores ofrecieron reflexiones filosóficas sobre el hombre. Como síntesis de sus ideas, podemos evocar a algunos de ellos:
Platón: El hombre tiene un alma unida a un cuerpo, y necesita mover a ambos simultáneamente (Timeo) si bien el alma tiene el primado sobre el cuerpo (Fedón, República).
Aristóteles: El hombre es una sustancia compuesta de cuerpo y alma.
- En la Edad Media reino un periodo teocéntrico, en el que todo gira en torno al concepto de Dios. Al hombre se le interpreta por su relación con Dios, el hombre es un ser creado por Dios a su imagen y semejanza (posesión de inteligencia y capacidad de amar). Al hombre se le considera compuesto de cuerpo y alma, ésta es considerada algo de naturaleza espiritual, libre e inmortal.
San Agustín se apoya en un argumento platónico y dice respecto a Platón: “Nadie como Platón se ha acercado tanto a nosotros”. Aparece, por tanto, la idea de salvación eterna, ésta vida es un tránsito; un camino para conseguir la vida eterna por medio de la virtud que consiste en obedecer los mandamientos de la ley de Dios y conduce a la felicidad de la salvación eterna, la vida sólo tiene sentido como camino de salvación. Lo contrario sería la condenación eterna.
- En la Edad Moderna, Descartes que es el iniciador de una teoría del racionalismo, plantea que a nosotros se nos permite saber cuando un conocimiento es verdadero o no lo es. “Una idea es verdadera cuando es evidente a la razón”. Él cree que lo que distingue al hombre de los animales no es el cuerpo sino el alma. Él argumenta que el alma es una verdad existente a la razón y por lo tanto no se puede dudar de su existencia, identifica el alma con nuestro pensamiento. Todos los hombres tienen conciencia de sí mismos y a esa conciencia se le llama alma.
- En la Edad Contemporánea, Immanuel Kant contrapone los conceptos de naturaleza y persona. La persona posee conciencia moral y es el único ser que la posee. Kant define a la persona como “la libertad e independencia frente al mecanicismo de la naturaleza entera”. La persona es el único ser del universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a leyes puras, prácticas establecidas por su propia razón. “La persona es la libertad de un ser racional sometido a leyes morales”. Estas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser racional a sí mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.
]Concepto de hominización y psyque humana
Lo que a continuación se detalla son breves conceptos sobre la Evolución Humana (hominización) y el estudio de la Psyque Humana, con esto se espera que lo que se discute aquí sirva para fomentar una introducción a las problemáticas planteadas en el estudio de los temas expuestos:
EVOLUCIÓN HUMANA U HOMINIZACIÓN.- explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la arqueología y la primatologia. El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homínidos, como el Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens.
Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y el orangután. Demostración palmaria de este parentesco es que un mapeo del genoma humano actual indica que Homo sapiens comparte casi el 99% de los genes con el chimpancé y con el bonobo. Para mayor precisión, el genoma de cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 0,27% respecto al genoma de los chimpancés y de 0,65% respecto al genoma de los gorilas.
PSYQUE del griego psyché que significa alma, es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad.
La psiquis no es sólo la conciencia del individuo, como tampoco es una suma de su conciencia y su inconsciencia, o siquiera un trinomio entre estos y el superego. Esta diferenciación entre "sectores" que parecen llevar a cabo tareas relativamente definidas fue adoptada y estudiada por Freud, aunque él mismo reconoce que no se trata en verdad de entidades claramente delimitadas, sino parte de un todo, la psiquis.
La Psicología es la ciencia que estudia la mente y la conducta o comportamiento humano, con un amplio enfoque holístico, la disciplina abarca todos los aspectos de la experiencia humana, desde las funciones del cerebro hasta el desarrollo de los niños, de cómo los seres humanos y los animales sienten, piensan y aprenden para adaptarse al medio que les rodea. La psicología moderna se ha dedicado a recoger hechos sobre la conducta y la experiencia, y a organizarlos sistemáticamente, elaborando teorías para su comprensión.
Problema de la naturaleza del hombre (esencia)
Podemos empezar enumerando tres tesis: "Naturalista o Monismo", "Esencialista o Dualista", y las contribuciones de la Filosofía hermenéutica.
Naturalista o monismo antropológico
No hay una diferencia esencial entre el hombre y el animal, sino diferencias de grado, de modo que la vida superior del hombre resulta ser una forma más desarrollada, perfeccionada o evolucionada de la serie animal. Las formas más altas de la vida humana (pensamiento, lenguaje, arte, etc.) no son más que las resultantes genéticas de procesos inherentes a las manifestaciones más elementales. Las dos variantes de esta teoría son:
§ la concepción mecánico-formal:
§ el materialismo mecánico, que reduce los fenómenos vitales y psíquicos a fenómenos físicos-químicos;
§ el sensualismo, que considera que todas las formas de fenómenos psíquicos son formas más complejas de los datos sensibles.
§ la concepción vitalista: que explica al hombre en su integridad por la vida: el hombre se convierte en el último producto de la evolución vital. Esta concepción se diversifica según qué se considere como decisivo en la variedad de los impulsos vitales. Algunos le dieron importancia a los impulsos nutritivos, otros a los impulsos de poder y otros a los impulsos sexuales.
Esencialista, dualista o dual
Estas afirman que el hombre se distingue esencialmente no puramente de grado, de los demás seres vivos pues en él hay un principio que le pertenece en exclusividad y que entraña la posibilidad de una separación radical entre el hombre y el animal. El principio que diferencia al hombre puede concebirse de distintas maneras: según Oscar Sierra el hombre es el que razona al animal, en cambio el animal por no tener raciocinio no puede razonar al hombre. Según autores del mundo antiguo y medieval, la diferencia básica entre hombres y animales está en el hecho de que el hombre poseería un alma espiritual, no reducible a los elementos materiales que componen el cuerpo humano.
Hermenéutica
El hombre no es algo que viene dado “esencialmente”, sino que se configura a través de sus relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias, construcciones culturales. En todo esto tiene una importancia capital el lenguaje, que le brinda la posibilidad de expresión y de “sentido”, pero también le muestra sus límites.
El hombre no está “atado” a algo fijo o estático, sino que se va configurando. El ser humano se debe a un desarrollo temporal (historia) y a la vez a un “proyecto” que le configura como alguien en desarrollo, nunca acabado. En esta historicidad, el hombre no es un espectador imparcial de los fenómenos, sino que se ubica frente a los mismos desde presupuestos “heredados” (tradición) que le orientan.
Preguntas fundamentales a las que se intenta responder
En un sentido amplio, las preguntas a las que la antropología filosófica trata de resolver pueden ser tomadas como confusas y oscuras, por ende no hay una definición teórica clara y unánime. Sin embargo, la concepción más compartida para cada respuesta a las preguntas existenciales que se ha planteado el hombre, apuntan hacia un postulado fundamental en que todos los seres humanos, en forma individual, crean un significado propio para dar una esencia y justificar nuestras vidas.
La antropología filosófica no crea ni se inventa los problemas del hombre solamente los encuentra, los reconoce, los asume, los examina críticamente y al contestar las preguntas de una manera positiva podemos sentir asombro o a su vez admiración ya que nos sentiríamos seres trascendentes, pero si no logramos responder las preguntas fundamentales podemos caer en una frustración y desilusión por no haber logrado responder esas preguntas, las cuales son:
¿Qué es el hombre? Por la denominación científica es el Homo sapiens (hombre que piensa), entonces desde ese punto de vista científico seria una especie animal constituida por los seres humanos, perteneciendo al orden de los primates. Sus capacidades mentales le permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Ahora desde un punto más espiritual decimos que el hombre es un ser racional compuesto de cuerpo físico y alma, un ser que ama y el mismo que posee un sin número de sentimientos.
¿De dónde venimos? El proceso de evolución biológica de la especie humana (hominización), nos habla de sus ancestros hasta el estado actual, el ser humano desciende muy posiblemente del chimpancé. Ahora desde el punto de vista de la religión fuimos creados por Dios, todo poderoso y omnipotente.
¿Hacia dónde vamos? El ser humano posee libre albedrio, poder de decisión; pero desde un punto de vista más metafísico todos tendríamos un destino. Allí planteamos más preguntas como ¿Cuál es el fin de la raza humana? ¿Existe una misión para mí?, etc.
¿Qué es la muerte? Según el punto de vista de la ciencia de la tanatologia, la muerte es el fin del la existencia del ser, se cumple el ciclo vital de la vida. Pero desde una concepción más espiritual la muerte seria solo el principio de una nueva vida en un más allá.
Como conclusion, cada persona desarrolla a lo largo de su vida una respuesta para cada pregunta de estas, dependiente de su punto de vista personal y su concepcion propia de la imagen del ser humana. La tarea de la antropología filosófica es reunir las conclusiones de las ciencias especializadas y las disciplinas filosóficas, por lo que las respuestas se pueden dar de una manera sistemática a este tipo de cuestiones.
En si se trata de identificar dónde existen las respuestas evidentes o hipótesis metafísicas; pero algo queda en claro la antropologia filosofica solo puede dar respuestas relativas osea sujetas a cambios pues todas las preguntas fundamentales de la existencia humana, no tienen una conclusion absoluta. http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa_filos%C3%B3fica
TALLER
1. Construya un cuadro de síntesis del objeto de estudio y ámbitos temáticos de la antropología física, cultural y filosófica.
2. ¿Cuáles fueron los procesos tanto biológicos como psíquicos y culturales que han determinado la hominización?
3. ¿Qué es hermenéutica y cuáles son los principales interrogantes de la antropología filosófica?
4. Ubique en un mapamundi los principales hallazgos encontrados en la historia de la evolución humana.
5. ¿A qué se llamó proceso de hominización?
6. Indague cuales han sido los estadios históricos por los que ha atravesado la humanidad, sintetícelos y explíquelos.
7. Construya una línea de tiempo del proceso homínico y las etapas por las que ha atravesado la humanidad.
8. Haga un breve escrito sobre la importancia de la antropología.
Lic Gmm
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